Dudaba...
... entre si hablar de cine, hablar de música o escribir un cuento. Dudaba demasiado así que decidí hacerlo todo a la vez. Hoy estamos que lo tiramos oigaaaaaaa. Todo cortito eso sí, que no son horas.
Cine:
Cine:
Mañana me atrevo con la "Vida secreta de las palabras", lo cual me lleva a recordar que un día vi "Mi vida sin mí" y otro día hace más tiempo "Cosas que nunca te dije" (la escena en la que una mujer llora desconsoladamente porque no hay helado chocolate chocolate chip es brutal) -otro parentesis, separado con palabras- (y también vi la otra, pero es que esa no me gustó y no me acuerdo del nombre. O si me acuerdo pero no lo pongo). La Coixet habla de los silencios y de las ternuras y borda las dos. Mi vida sin mí es una de las cosas más bonitas que he visto, mejorando lo presente claro. Por eso mañana tengo ganas de ir a verla, por eso y por otros motivos, más cercanos, más mágicos.
Cuento:
"Que no lo haga, por favor que no lo haga"
Era gordo y feo. Extreordinariamente feo. Insultantemente, pensaban algunos. Tanto, que se le quedaban mirando con cara de asco. El entonces se les acercaba y les decía sonriendo "de nada". Aunque aquellos gilipollas no lo sabían, el siempre les hacía un favor, él era más feo que ninguno. Era tan inteligente que le gustaban las risas y no podía remediar una carcajada cada vez que se miraba al espejo, descontrolada y sin puntos, sin comas y sin rencores. Era tan listo que no servía para engañarse a si mismo, por eso nunca le habían roto el corazón, ojalá lo hubieran hecho. Eso significaría que alguien habría dejado de quererle. Y no nos engañemos, ni los institutos ni los trabajos saben mucho de almas y a nadie nunca le había importado una mierda por donde quedaba la belleza de su interior. Tenía a sus padres, si, pero quién no. Y aún así no era infeliz y lidiaba con lo que le había tocado y de vez en cuando, mientras meaba decía sin amargura "me esto meando en tu cara, mundo de mierda".
Por eso ahora no entendía como cojones aquella chica se le había cruzado por la mirada y por las ganas. Y no era ni muy guapa ni era muy fea, solo era, que es más que lo que nunca le había parecido nadie. El la observó un buen rato, bebiendo distraidamente una cerveza e indiferente a la expectación que siempre causaba. Por fín ella levantó la cabeza.
"Que no lo haga, por favor, que no lo haga".
Tardó un poco, lo justo para despertarle las esperanzas, pero lo hizo. Se rió. El dejo la jarra en la mesa, cogió el abrigo y con una mueca (esta si amarga, esta si más podrida) se dejó marchar, con el corazón un poco más mustio, pero no roto. Ojalá, pensó.
Música:
La música es tontería hablarla, cuando se puede escuchar. Y resulta que ahora como hasta en Internet hay gente buena, un hombre sencillo e illa (gracias, muchas gracias) han hecho que mis neuronas lleguen a una conclusión para que lo que yo escucho pueda escucharlo más gente sin que piensen que se han vuelto locos porque oyen voces etéreas . Hace tiempo todos o casi todos, contestamos a lo de cuales eran nuestras cinco canciones favoritas. Una a una vendrán. Empiezo por una que sólo me gusta, que no tiene significados que solo yo se. Me gusta porque me gusta y de gustos no se escribe porque no hay forma de justificarlos. Me encanta la letra, me excita la música. Recomiendo agitar la cabeza frenéticamente para que haga todo el efecto. Para aquellos que sean más sosegados, ya habrá tiempo. Otro día pongo la letra. Ahora me voy a la cama.
La música es tontería hablarla, cuando se puede escuchar. Y resulta que ahora como hasta en Internet hay gente buena, un hombre sencillo e illa (gracias, muchas gracias) han hecho que mis neuronas lleguen a una conclusión para que lo que yo escucho pueda escucharlo más gente sin que piensen que se han vuelto locos porque oyen voces etéreas . Hace tiempo todos o casi todos, contestamos a lo de cuales eran nuestras cinco canciones favoritas. Una a una vendrán. Empiezo por una que sólo me gusta, que no tiene significados que solo yo se. Me gusta porque me gusta y de gustos no se escribe porque no hay forma de justificarlos. Me encanta la letra, me excita la música. Recomiendo agitar la cabeza frenéticamente para que haga todo el efecto. Para aquellos que sean más sosegados, ya habrá tiempo. Otro día pongo la letra. Ahora me voy a la cama.