El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

miércoles, julio 27, 2005

Bubbles

Tengo cosas que escribir, lo que no tengo son ganas. Prefiero irme de vacaciones y retomar las fantasías un poco más tarde cuando el mar me haya templado y me haya devuelto las ganas de volar lejos. Entonces contaré la triste historia de Mary Lies, la del Guardian de los Sueños Rotos e incluso, si os portáis bien, la de los Cristalianos.

Hasta entonces son días de vivir en un burbuja vestida de azul con su camisita y su canesú. Dentro se está bien, no siento temor. Se está un poco solo, pero sin dolor - bueno duele un poco pero no sale de la burbuja-. Son días en que contemplas tu mustio reflejo en los libros que te dicen "me alegré de ser simple y de no ambicionar nada de este mundo que no pueda conseguirse por 5 francos". Si ponemos euros donde dice francos (pobres francos que descansan en los dedos de los franceses envejecidos por los recuerdos, justo al lado de las pesetas) y ponemos alrededor de 300 donde pone 5, mi inmadura mente estará completamente de acuerdo.

Y susurran "incapaz de poner fin a nada porque te pueden derribar, pero tu seguirás arrastrándote mientras sirva de algo". Te sientes tan identificado como jodido. Pero son días de burbuja y es lo que tienen. Así que hasta que no los mande a tomar por culo (a los días burbujas, se entiende) hago huelga de palabras caidas. Prometo llevar las burbujas al mar y las palabras devolverlas aquí.

Es solo una semana y media. Ya contaré.

Sed felices.

Sed