Enfermeras

A veces me llegan cartas. No viene ningún nombre sobre ellas ni se quien las trae. Aparecen encima de mi escritorio y a veces al volver a mirar ya no están. Por eso me doy prisa en leerlas y no siento pena cuando se marchan.

Decía una

"Nací sobre una bomba, o al menos eso fue lo que me contaron en el orfanato, porque al parecer un minuto después de que aquella enfermera me llevara del lado de mamá, un cohete sin remite entró por la ventana y mandó al cielo (en un decir Jesus) a mamá, que estaba muy cansada, al primer señor que vi y que por lo visto erá médico y a dos enfermeras a las que la señora que me salvó quería un montón. Ella, creo, lloró mucho mientras me tenía entre sus brazos y a lo mejor es esa la razón por la que siempre he tenido tanto frío. Quizás sea que nunca logré secarme"

Y aunque me tape siento el mismo frío. Me acerco mucho al fuego y le miro a los ojos a los demonios que se burlan y me consuelan.

Nada digo

Hay muchas cosas inútiles.

Jugadores del Atlético de Madrid, ministros, el plastiquito del Bimbo, siete de cada ocho llaves allen, pero hay una cosa que es más inutil que todas las cosas inútiles juntas. Por que. ¿pensar para que sirve?

No te hace más feliz. Los sabios felices son unos farsantes. O quizás son los únicos sabios. Qui lo sa

No te reporta placer. Por eso los consoladores son tan sencillos. Algunos pensareis que si, que que placer lo de pensar. Os reto a que me digais lo mismo despúes de intentar hacer un sudoku imperial de esos

No te hace más sabio. Solo se que no se nada y esas cosas. Saber para comprender que debes saber más. Hace tiempo leí un libro de Luis Landero. No lo acabe. Ahora mismo ni siquiera recuerdo como se llama. Me pareció un tostón y sin embargo recuerdo que un abuelo y su nieto intentaban aprender todos los accidentes geográficos del mundo estudiando un atlas. Empezaban por Perú y allí se quedaban. Había muchos y cuando ya habían avanzado bastante recordaban que los habían olvidado y tenían que volver a empezar. Igual me equivoqué abandonando ese libro. Pues eso, que el conocimiento es insodable. Que siempre hay más oscuridad que luz. Mucha más. Ni siquiera creo que a los inmortales les haya dado tiempo a aprenderse todo (vease Dios en la Wikipedia).

Porque digo todo esto

Lo digo por el tema de los cinco minutos.

Pienso. Pensar es hacerse preguntas. Hay pervertidos que también consiguen respuestas pero solo es porque o son muy listos o son muy tontos

a) ¿Para que sirve?. ¿Es para concienciar o para tranquilizar conciencias, que no es lo mismo aunque se le parezca?. Siendo para concienciar, ¿por que no más cosas?, ¿por que no diez minutos, o quince minuos o una hora?. Una hora sin nada que hacer. Podría inventar un cuento. Podría contárselo a Ella y Ella tendría que escucharlo o dormir, podríamos acariciarnos y mirarnos el cuerpo con las manos. Podrían ser dos horas incluso tres, tal vez cuatro, y aún así ¿serviría?, habría un cubito de hielo más en este planeta más ¿a que cosas estaría dispuesto a renunciar?, ¿es todo culpa de Bush o yo también pongo lo mío?, ¿debería dejar el coche solo para emergencias? deberíamos hacerlo todos?. Y si así fuera, ¿echarían a Pedro de la gasolinera?, ¿y a Juan?. Y si es para tranquilizar conciencias, ¿es eso criticable?, ¿si la estética tiene buena intención, corrompe las intenciones?, ¿no es mejor cinco que dos y dos que nada?, ¿en este mundo traidor nada es verdad o es mentira, es que todo es según el color del cristal con que se mira?

b) Escucho a dos sujetos debetiendo. Una chica de Greenpeace un chico del Instituto Juan de Mairena. Yines y yanes que tanto le gustan a Sanchez Dragó. Los dos hablan bien. Los dos dicen verdades y sin embargo son opuestas. La chica habla del desastre, el chico del catastrofismo y los dos citan a los mismos científicos. ¿Con que verdad quedarme?. ¿Alguna de los dos lo es?

c) Leo. Groenlandia era un paraiso de verdes prados en el siglo diecisiete y aún en Dubai no se habían construido unos edificios super altos y super bonitos con el dinero del petroleo. Leo. Groenlandia es y siempre ha sido un infierno blanco que solo han soportado los esquimales, los pinguinos y un puñado de vikingos locos.... Nunca he estado en Groenlandia. Supongo que aquellos a los que leo tampoco lo estuvieron y seguro que jamás habitaron el el siglo diecisiete para saberlo. ¿Con que me quedo?. ¿De verdad, todo es mentira?. Si me doy una vuelta por groenlandia en el siglo diecisiete ¿que me llevo?, ¿camiseta de tirantes o tres capas de aisante térmico?

Entonces me voy a quedar con lo que a mí me da la gana

Me quedo con que hay unas chimeneas muy altas que sueltan un humo muy negro.

Me quedo con que eso muy bueno muy bueno no puede ser y si a Mary Poppyns le da por sentarse en una de ellas, a tomar por culo Mary Poppins.

Hay menos árboles

Hay muchos menos árboles. Eso tampoco puede ser bueno.

El mar se come las playas. Por eso engorda todos los años.

Hay menos nieve. Hace menos frío. Hoy la cerillera no se moriría en la calle por frío. A lo mejor si por sobredosis. Lo que no cambia es la gente. Por pocas pintas que le viesemos, nos seguiriamos sin parar a ver que le pasa

Somos unos capullos. Cinco minutos más o cinco minutos menos, pero capullos en cualquier caso. Los Animales Sin Remedio. ¿que es necesario para que cambiemos?, ¿de verdad busco respuestas o voy a repetir preguntas sin cesar?...

Por eso voy a apagar la luz y como Gran Maestre de los Capullos que soy, le voy a susurrar un cuento y luego le voy a recitar versos con las dos manos. Y voy a dejar de pensar mientras lo hago y voy a derrochar toda la energía que me de la gana. Porque Ella es mi planeta, mientras las noches no demuestren lo contrario, el que conozco y el que a veces, cuido y otras contamino. Y a sonreir, que ni mata ni engorda, aunque si mienta De todo lo demás nada se, como el sabio, pero esta vez en serio.