El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

jueves, mayo 04, 2006

Estaban todos menos tu


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Hombres a los que les sienta bien el tanga
Y mujeres sencillas
Felices lectores de Kafka
risueños escuchantes de la Cope
Frívolos filósofos alemanes
y seminaristas de voz ronca
Porteros de discoteca cariñosos
y enamorados sin ganas de.
Multimillonarios anarquistas
y reyes republicanos
Pastilleros con calma
y bacalas sin pastillas
Monjas sin guitarra
y guitarritas sin leyenda
Dictadores con remordimientos
y torturadores con alma
Árbitros de casta madre
y madres castas salvo excepciones
Bailarinas en el water
y payasos que no se enamoren de las bailarinas
Pianistas sobrios fuera del circo
y trapecistas borrachos dentro
Suicidas con ganas de fiesta
y fiestas sin suicidas
Ancianos sin historias
Muchedumbres sin soledades
Personas sin miedo
Personas sin miedo


Y ella
y también yo


Pueblos sin bares
Bibliotecas repletas
Cementerios sin alargadas sombras
Estadios de fútbol
Cielos que
a) no están enladrillados
b) que nadie los va a enladrillar
c) en las páginas amarillas nadie sabe lo que es un desenladrillador, ni bueno ni malo y mucho menos que significa desenladrillar
Escenarios románticos impolutos
Cronómetros tranquilos
Bingos sin viejos
O residencias sin ancianos
Despertadores cuidadoso
Almireces pacifistas

y libros inservibles


Parpadeos que no duelen
Y distancia que no abrase
E instantes que no compensan.


Todo del revés y sus excepciones de pareja.


Y ella y yo sólos para darle la vuelta
Sin haber decidido si merece la pena o no
En una burbuja.
Tal vez nuestra un día.