El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

miércoles, agosto 31, 2005

Hoy no llueve, pero está nublado

Ya estaba escrito. Ya fue publicado. Pero los hechizos, cuando son necesarios, no importa repetirlos. Creo.

"...Y la Mujer, cansada de emborronarse cada vez que se miraba en el espejo, le pidió a la Bruja un sortilegio que le transformase en otra mujer diferente. Y la Bruja le dio un ungüento y le dijo "por cada vez que te lo apliques serás un mujer diferente, siempre hermosa". Y aquella misma noche, la Mujer le dijo al Hombre "quédate con la que más te guste" y el Hombre negaba con la cabeza cada vez que la Mujer cambiaba de forma y se convertía en otra mujer distinta hasta que en lugar de negar asintió e hicieron el amor sin ataduras, desmedidamente. Por la mañana la Mujer fue hacia el espejo para ver en quien se había convertido y le brotaron dos lágrimas cuando se dio cuenta de que seguía siendo la misma mujer que se había aborrecido tantas veces. El Hombre se puso detras de ella, le cerró los ojos con las manos y le susurró "te quiero"...

A la musa salina