El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

martes, julio 25, 2006

Micifú

Ardo, tiemblo, al salir del sol y entrar en esta sombra

Virgina Wolf



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Un chico un adolescente que está a punto de dejar de serlo al que se le va la vida a la vera del mar, que no es mala manera, irse se va a ir de todas formas así que el lugar en el que eso pase adquiere su importancia. Lee las olás, las de VW y escucha las olas, las de toda la vida.

Se debería estar bien, es más, deberíamos estar obligados a estar bien. El ayuntamiento en cuestión debería indicar mediante carteles que está prohibido que los niños salpiquen de arena a los adultos y que los adultos estén melancólicos y reflexivos. Debería disfrutar de las obras de arte, ensimismarse de vaivenes, darse un paseito, jugar con las palas, construir castillos de arena que ya se sabe lo que duran, refundir Camelot, contemplar a Ginebra, resucitar la cornamenta de Arturo, echarle de nuevo las culpas a Lanzarote, salir corriendo como una rata hasta llegar a una playa, sentarse, volver a las olas, las que se escuchan, las que se leen

Y sin embargo, la cabeza en otro sitio mucho más seco, en el que ni se lee ni se escucha. Un lugar quieto y sin sombra en el que una Doris Day con veinte kilos de más, teñida de bote y despeinada, con el maquillaje corrido, con la garganta desgarrada -el alcohol, los recuerdos quizá- repite machaconamente en su adolescente cráneo que será será, harta de preguntar, harta de no encontrar respuestas.

Y en el estómago las punzadas que el miedo le dedica, el miedo de respirar demasiado, el miedo de respirar poco, de hacerlo eternamente o de no volverlo a hacer. Y en medio de tanta Doris Day y de tanto susto y de tanta reflexión de mierda, nota como el mar se estira todo lo que puede y disloca sus bosques de coral y quebranta por igual placas continentales y leyes internacionales para auparse lo más posible y lamerle el pie, como un gigantesco gato de las mareas que intenta consolarle con cosquillas

Le sonríe, le toca la cocorota y vuelve a las olas, las que se escuchan las que se leen. Doris Day ha tenido el detalle de callarse por un instante. Ha visto el mar y ha dejado de hacer preguntas estúpidas.

13 comentarios:

Blogger Msc ha dicho...

No hay más respuesta que cerrar los ojos, mirar y ver.
Todo está delante... lo que no tenemos o lo que deseamos no es... lo lo es lo que vemos

Curiosa evocación.

10:15 p. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

Y todo cabe en un ir y venir.. como las olas, como la vida misma...
tal y cual el sentimiento ausente y el que se desborda bajo las pestañas...
asi...
besos...

7:00 a. m.  
Blogger Sopor eterno ha dicho...

Todo esto me a hecho recordar..que quiero ir a la playaaaaaa.

9:39 a. m.  
Blogger Eulalia ha dicho...

"refundar" Camelot, Mago, I suposse.
y ¿Por qué un adolescente?
Un beso.

1:11 p. m.  
Blogger Ligeia ha dicho...

Y a veces con el rumor de fondo, el mar consigue borrar las preguntas acariciando la arena.

Un beso. ¡Y a ser feliz, que es lo que cuenta!

1:50 p. m.  
Blogger Montse ha dicho...

Los niños deberían estar prohibidos en la playa! (y eso que yo no debería decir eso, después de haber criado a cinco) pero es queeeeeeeeeeeeeee...

Magnífico lo que has escrito, Zifnab, aunque yo me obsesione hoy con los pequeños monstruitos.

Un beso lleno de arena.

8:15 p. m.  
Blogger el mono azul ha dicho...

El miedo a respirar demasíado o el miedo a respirar poco tiene que ser terrible, no?

8:29 p. m.  
Blogger Zifnab ha dicho...

Gracias

Eulalia: Si es refundar aunque ni siquiera existe esa palabra, pero el word hace malas jugadas de cuando en cuando. En cuanto a por qué un adolescente...no, no soy uno de ellos pero a veces justifica más aunque no tenga importancia que edad tenga :-D

Si mono si, es terrible

3:28 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, me ha llegado el aroma de la playa hasta aquí gracias a ti, y eso que estoy en Sevilla...Por cierto, muchas gracias por visitar mi blog y dejar un comentario, se agradece una barbaridad gente como tu tan comprensiva con estos temas. En cuanto a lo de mis amigas, claro que no se lo tomo en cuenta, como tus amigos tampoco dan importancia a esas meteduras de pata que dices. Lo que realmente molesta es cuando alguien dice cosas con el ánimo de ofender, pero comentarios inoportunos los hacemos todos siempre y no pasa nada.

8:27 a. m.  
Blogger Eulalia ha dicho...

Pues, es verdad: he consultado hasta el "Diccionario de dudas", y no aparece.
Bueno, el caso es que se entienda, porque yo me estuve pensando si lo que estaba mal era el verbo o si habrías cambiado Camelot por Excalibur.
En todo caso, te puedes ir a "editar" y cambiar la i por una a para dejarnos leer de corrido, porque si no se produce un frenazo.
Y, vamos, que el texto no se lo merece.
Un beso.

8:32 a. m.  
Blogger TICTAC ha dicho...

"..como un gigantesco gato de las mareas que intenta consolarle con cosquillas" una grafica poderosa en esas palabras para describir el mar....me gusta...
el mar es insidioso como un gato..mmm

Saludos!!

10:10 p. m.  
Blogger sergisonic ha dicho...

el arte de respirar: demasiado e hiperventilas, respiras poco y te ahogas. uf, me voy a la mesa redonda a relajarme un poco.

saludos,

sergi

11:40 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

La paz del mar interrumpida por una Doris Day (que repelús me da) obesa, dale que te pego con el ¿que será, será?
Para matarla....
Me ha recordado que siempre tiene que haber alguien que chafa los buenos momentos.

9:43 p. m.  

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