El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

martes, junio 07, 2005

A las barricadas

La única revolución que cabe ya en este mundo es la de ser amable. Y no es poca.

El sábado fuimos al cine a ver Genesis. No se trata de contar que tal me pareció la película, que ya que estamos confesaré en un susurro que me gustó y recomiendo a todo aquel que necesite un ápice de tranquilidad y relajación, sino de elogiar a quien se lo merece. En este caso una taquillera. Al ir a por las entradas una chica morena y con gafas, con rostro de ursulina y ojos brillantes nos dijo "Espero que os guste". El hecho de resistirse a la tentación de incomunicación que propicia un cristal blindado que ofrece un diminuto hueco para como mucho decir "las quiero centradas" o "¿fila ocho les parece bien?" y para meter monedas y billetes, es toda una proeza. Pero la chica no contenta con eso, nos dice "como es un documental la gente no se anima pero nosotras tenemos muchísimas ganas de ir a verla así que a ver si os gusta a vosotros". Todo esto con mirada de reyes magos y sonrisa indeleble.

Los arrebatos de espontáneidad son joyas únicas que merecen recompensa. Desgraciadamente, en parte por no haber escuchado del todo lo que dijo por culpa del puñetero cristal y en parte por un sentimiento de timidez que me asalta de vez en cuando y siempre de forma inoportuna, mi premio no fue más que una miserable media sonrisa que lo mismo podía querer decir, "ah vale" que "que que tía más rara". Pues no, yo quería decir que que guay aunque no lo dijera. Que guay que allá alguien así. Que guay que alla alguien que hable más de la cuenta y no sea para criticar a otros. La lástima es qe no te lo dije y probablemente no te lo diré, pero vayan por delante mis más sentidos hechizos para que tu futuro sea suave y acogedor.

Si vais a los cines del centro Comercial Plaza Norte 2 (que, aunque no tenga que ver, es lo más hortera que ha parido un arquitecto desde la Catedral de la Almudena) en San sebastian de los Reyes no dudeis en sonreir a la taquillera si coincide con la descripción que os he he hecho. Y aunque no coincida. En homenaje a quien tiene arrebatos de simpatía y no muere en el intento y en desagravio de esa torcida media sonrisa que le di por toda propina.

6 comentarios:

Blogger cris ha dicho...

Tienes razón, amí me pas lo mismo.me encanta la gente que siente necesidad de comunicarse y atraviesa los cristales.
También reconozco que yo soy de las que le hablan hasta al poste de la luz, pero cuando alguien te responde aunque sea con la media sonrisa, pienso que le has llegado, y que mientras las personas nos sigamos comunicando hasta con desconocidos este mundo aún puede salvarse.

10:15 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡¡Cómo es eso de cierto!! Habría que colgar carteles que pongan ¡¡sonrían a las taquilleras que no son automatas!!

Cuando yo trabajaba en Ifema me dedicaba a gastar bromas a los niños y a los padres... a veces cuando estos me daban las entradas y me decían "dos" yo contestaba "¿para llevar?"... algunos se reían otros mucho ni contestaban no se si por desidia o porque no pillaban la broma.

Siempre que te cruces con alguien ofrecele tu mejor sonrisa, si todos lo hicieramos todos los días, tal vez tendríamos un mundo mejor.

5:48 p. m.  
Blogger illa ha dicho...

Pues sí, es una proeza. Y lo mlo es que como no estamos acostumbrados a estas muestras, muhas veces no reaccionamos adecuadamente ante ellas. A mí me ha pasado unas cuantas veces, que he reaccionado de manera cortante y serie a gestos amables y de buena intención. Pero te das cuenta cuando ya ha pasado el momento.
Una pena, habrá que entrenar.

10:29 p. m.  
Blogger Bito ha dicho...

Hace un par de meses me ocurrio algo parecido, con un conductor de autobus que me hizo creer en la posible salvacion humana ( o algo). El caso es que un coche le hizo una pirula que te cagas, y el autobusero tras pitarle le dijo que a ver si podia pararse en algun lado, el coche, lejos de cargarse en la puta madre del autobusero le hizo caso (para sorpresa mia) y una vez ambos pararon los conductores se bajaron y comenzaron a dialogar que estaba bien o mal. La gente del autobus se puso nerviosa, pero yo solo tenia ganas de aplaudir el increible civismo de estos dos hombres que se despidieron dandose la manos. Seguro que ninguno de los dos vuelve a cometer esa infraccion.

2:08 p. m.  
Blogger Msc ha dicho...

:)
No es poca revolución

5:25 p. m.  
Blogger Zifnab ha dicho...

Compruebo con sonrojo el uso de alla en el email. Me averguenzo y me abochorno. Soy un mago tonto que merece la muerte gramatical, la muerte que más asusta de todas.

6:40 p. m.  

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