El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

lunes, mayo 09, 2005

Derivada de x

Dicen que el tiempo constituye otra dimensión, que ni es la tercera, ni la quinta ni la séptima, ni siquiera es una dimensión par, sino la suya propia, la derivada de x.

El tiempo nunca transcurre de la misma forma y es una verdad como pocas (porque verdades existen las justas o pocas hemos descubierto) que no tienen nada que ver treinta segundos con treinta segundos, a lo mejor, no digo yo que no, son iguales para un reloj, pero no tienen nada que ver para unos ojos que sepan mirar.

Mientras que una hora puede ser interminable, una vida acaba siempre siendo un suspiro. Un gris empleado de un banco gris piensa que un día es eterno, porque todos los días son exactos. Un piloto de carreras considera un derroche un segundo. A un pintor que se precie, un rayo de sol sobre un membrillo le obsesiona de por vida.

Por eso, un rato al lado de Él o Ella (lo del sexo no tiene importancia mientras la E sea mayúscula) compensa el resto de tus días o al menos hasta aquel en el que parpadeas y tu vida se ha desintegrado, no porque hayas muerto, sino precisamente por haberle sobrevivido a esa E omnipotente.

Es por eso por lo que el tiempo no es ni la tercera, ni la quinta, ni la séptima, ni siquiera una dimensión par. Es por lo que el tiempo tiene una dimensión propia, algo tan lejano que habrá que llamarlo derivada de x (o raiz cuadrada que para mi cualquier concepto matemático resulta una quimera inasequible)

Anoche el tiempo se dobló sobre si mismo mostrándome dos páginas exactamente diferentes. En una me cuenta algo sobre la penumbra de un cine, dos manos tan brillantes como dos ojos, algo sobre una caricia desvergonzada, sobre una nota a la que sigue una nota que sigue a otra nota que habla de una muy buena canción, sobre una noche que tiene los mil seiscientos seis olores de una primavera recién cogida. Hay otra página que comienza diciendo "el violento desgarro del alma" y que me transporta a una soledad inabarcable, que sólo si la escribo parece desvaidamente acompañada.

Se que todo esto es dificl de entender y se resume, en que tu te vas y la E mayúscula se queda y se lleva los sabores y las esencias. Un hasta luego nunca sirve de nada.

5 comentarios:

Blogger Laura ha dicho...

Me he quedado algo triste/melancólica después de leerte pero no tengo nada claro el porqué. Es decir, no he entendido nada pero, por lo visto, lo he entendido todo.

6:51 p. m.  
Blogger Santi Benítez (Sun_Tsu) ha dicho...

Me ha encantado.
Un viejito me dijo una vez que el ser humano es el único animal encerrado en esa dimensión x de la que hablas, el único consciente de que el tiempo pasa.
Ese encierro intelectual convierte el momento en algo tan precioso que compartirlo es algo tremendamente marcado en la memoria. Ponemos nuestros recuerdos por años, por meses, por días, por horas, por segundos, pero también por suspiros, por aburrimiento, por alegrías, por sabores, por olores, por caricias.
Somos, más que nunca, el homo x.

Un saludo

2:00 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

A mi me has tocado el alma... me encanto....
Ayer mismo, unos minutos hablando con El... le dieron luz tanta soledad...
Ay, yo quiero ser la presi de tu club de fans. Me dejas?
Un abrazo y lindo fin de semana para ti.

4:33 p. m.  
Blogger Lince ha dicho...

transmites una corriente de sensaciones enredadas en tus palabras que me han erizado los vellos.
es lindo lo que cuentas, como lo cuentas y son lindas también estas certezas que debastan.

10:29 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

bien , si en algo estoy de acuerdo es en que el tiempo es de otra dimension, creo yo que es un espejismo, algo mas bien subjetivo . Y tambien es cierto que las matematicas confunden , a mi me hacen divagar siempre, mas que todo .

1:49 a. m.  

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