A la musa salina

Te necesito
con urgencia depredadora
con vestigios de drama clásico
Te necesito a ti a tu nariz y a tu aliento
Necesito verte viva y despierta
y también dormida y tranquila
los ojitos tapados
y el alma mecida
y yo mirándote
borracho de ti
sin nada más en este mundo tan lleno.

Te necesito
con pasiones diplomáticamente poco correctas
con escalofrios poco afortunados según los psiquiatras
aconsejadores de vacíos.
Ellos me recetarían que tu no estuvieras
y yo les sacaría la lengua.

Te necesito mucho muchísimo
y el teclado no sabe decirlo
solamente, se excusa el inutil,
porque decir tanto es imposible
Te necesito, parece mentira
tanta necesidad para algo tan pequeño
Te necesito, coño
solamente porque necesito respirar. Nada más


Te quiero
porque no hacerlo es insensato
porque no hacerlo es de gilipollas
porque hoy he abierto la ventana
y ha entrado la noche
y y un poco de miedo
y ha entrado el viento
y un poco de frío
pero tu no has entrado
y ya me ves, aquí,
tan vacío
que ni la noche
ni el viento
ni el frío
ni el miedo
ni los siete mares
ni los nueve infiernos
pueden llenarme.