El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

sábado, junio 25, 2005

Estepario

- ¿Como te llamas? - preguntó él.

- Adívinalo - Respondió aniñada.

El buscó algo hermoso y le contestó sonriéndola: - ¿Aire?

Y ella asintió, silenciosa, con los ojos temblándole mientras el se empapaba de ella.

Ella antes no se llamaba así. Ni siquiera podía recordar cual era su nombre en el pasado. Ahora ella ya tenía un presente, los labios de él, y un sonido al que aferrarse, el que los labios de él habían pronunciado.

Deseó llorar recién bautizada.

10 comentarios:

Blogger Bito ha dicho...

Vaya, tu texto me ha trasmitido una idea preciosa: que la persona que amo, la amo, porque me dio mi nombre, porque me hizo saber quién soy.

"Encontrarte es conocerme". E.J.Milinowsky

1:37 a. m.  
Blogger Laura ha dicho...

Qué preciosidad!

4:02 p. m.  
Blogger Isthar ha dicho...

¡¡Qué maravilla!!

Si me hubieran bautizado de esa manera, me habría dejado gustosa... ;)

3:18 p. m.  
Blogger Msc ha dicho...

... creo que necesito un nuevo nombre

7:05 p. m.  
Blogger cris ha dicho...

Que bonito! Y que bonita forma de amar.

9:14 p. m.  
Blogger Miguel Pinto ha dicho...

Pocas veces he leído algo tan sencillo, profundo, hermoso y permanente.

1:08 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Eres un mago, ahora sí que estoy convencida, este post... es magia pura.
Un beso.

4:45 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bonita manera de empezar una nueva vida.
Besos.

7:16 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Absolutamente precioso, lleno de magia, y de eso se trata al fin, de vivir nuestro eterno presente...

5:17 p. m.  
Blogger Ligeia ha dicho...

es precioso... empieza a escribir un poco peor que me da envidia lo bienn que lo haces :P

Un besote

8:27 p. m.  

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