El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

jueves, noviembre 10, 2005

La comida estaba muy buena y habia barra libre, eso si.

Si es que no aprendo. Si es que no me bastó con ir a una boda y voy y reincido. Alma de cántaro que es uno. Que si no quieres arroz catalina toma dos tazas (no, arroz no que ya no se tira arroz en las bodas y tampoco se dejan copitas de cognac a los reyes magos, que las cosas cambian). Si a mi las bodas me gustan, me lo paso bien, me gasto una pasta en el regalo pero luego como como corresponde y bebo como no debería corresponder (piensa mi hígado). Pero, digo yo, ¿si las vocaciones sacerdotales son cada vez más infrecuentes y las iglesias cada vez están más vacías y cada vez se casa más gente por lo civil, ¿por que tengo que ir yo a todas las bodas por la Iglesia?. Un poquito de caridad por Dios, una boda en un juzgado de techos de uralita auqnue sea, un asesinato al romanticismo mientras un señor calvo recita artículos del Código Civil. Que vale que es menos bonito, pero que dura menos, mucho menos.

Y es que la ceremonia fue profusa. Fue densa. Fue emotiva. Fue prolongada. Fue lo que desde tiempos inmemoriales viene siendo un bodrio (y no digo coñazo porque es una palabra profundamente machista, pero lo fue, las cosas como son). Si es que si el señor cura (ya le tendrá Dios en su gloria ya) habla más lento y vocaliza más lo confundo con Morla (La tortuga de la Historia Interminable) o Barbol (el ent del Señor de los Anillos).

Clavaita al Pater


Y eso que en esta boda yo habia ascendido de invitado paquete a coleguita de buen rollo de los contrayentes. Soy amigo de los novios, les quiero y deseo su felicidad. Salvo durante el transcurso del evento, que si pudiera y no fuera delito, les hubiera matado. Una hora y media, joder, una hora y media. Vale que yo tengo mucho mundo interior y que estuve repasando las letras de viejas canciones olvidadas, escenas de peliculas de miedo, las caras de cada uno de los tropecientos invitados a los que puse nombre e inventé una historia, anécdotas del quijote, la lista de los reyes godos, los trofeos del atleti (aqui acabé pronto), las listas de la compra hasta Agosto del 2007 y todos y cada uno de los novios que se le adjudicarán a nuestra querida infantita Doña Leonor hasta que se case, y cuando terminé todavía quedaba la mitad de la boda. Si es que hasta pusieron una unidad del Samur a la salida por si acaso había desvanecimientos.

Un hospital de campaña en toda regla, presto para atender a las víctimas del acontecimiento

Además cuando me concentré en lo que correspondía (a saber, el cura hablaba) me asaltó una aterradora incertidumbre. ¿Y si el cura se pone en plan cabrón y nos hace un examen sobre lo que ha dicho y si no lo aprobamos, no hay manduca ni bebercio?. Es que no le pongo ni mi nombre por vergüenza. Seguro que ha hablado de Dios y del amor de Cristo, de la indisolubilidad del matrimonio y si el tío es así como muy tétrico (que pinta tenía), de la insidosa amenaza de Satan. Pero ¿Habrá preguntado lo que de que, si no hablamos ahora nos callamos para siempre?, ¿habrá hablado de San Pedro y yo sin enterarme?, ¿habrá demostrado que Dios existe?, ¿acaso ha hecho referencia al Codigo Da Vinci?.

A todo esto de pie (20 minutos), el señor hablando y yo sin cagarme en el Altísimo porque estaba de cuerpo presente y a uno le criaron muy respetuoso. La misa siempre parecía que se acababa, parecía, que acabarse, no se acababa nunca y yo que me había apretado en exceso el nudo de la corbata pensaba en apretar un poquito más y acabar con este valle de lágrimas. No lo hice, pero no por falta de ganas.

El resto bien, pero brumoso. Como siempre.

Sed felices.

P.D - Cris, seguro que tu reciente boda no fue así. Date cuenta de que yo soy un mago malísimo que se fustiga todas las noches para tratar de mitigar su maldad. Que aunque proteste me podéis invitar a las bodas que queráis y que en ese caso, seré mucho más generoso con mis crónicas. Pero es que uno se aburre, se aburre mucho

17 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

jajaja!! ¡qué bueno! Casi me tengo que salir de la oficina porque no podía parar de reír. "si el señor cura (ya le tendrá Dios en su gloria ya) habla más lento y vocaliza más lo confundo con Morla (La tortuga de la Historia Interminable) o Barbol (el ent del Señor de los Anillos)" es muy bueno. Y la parte del examen... vamos que sigo sin parar de reír. Besos y gracias por tus hechizos. Seguiremos informando.

4:37 p. m.  
Blogger Bito ha dicho...

Sí, esa fue la razón que yo le di a mí sobrina para explicarle porqué no quería casarme: Porque no hay Dios que aguante la santa ceremonia.

5:39 p. m.  
Blogger Msc ha dicho...

Je,je. Recomendación logística para la próxima boda...
Tu entra de los últimos, ponte donde los novios te vean al principio /luego estaran demasiado a lo suyo como para fijase) y cuando todo esté en el meollo, te largas... Todo esto es posterior a un previo estudio de campo en el cual uno ha de localizar un bar con vistas a la salida de la iglesia y que será el punto de reposo y bebercio hasta el momento de la salida de los contrayentes en el cual uno se acerca a ellos lanzando arroz lleno de felicidad... por múltiples motivos
Un abrazo

5:49 p. m.  
Blogger Unknown ha dicho...

si yo me fuera a casar jamás permitiría que ocurriese tal esperpento como el que comentas. casi todas las bodas por la iglesia a las que he ido han sido preciosas, desde una que se celebro en el lugar donde los novios se conocieron (no en una iglesia) hasta otra alternativa en la que cada uno podía ir vestido como quisiera (aproveche para ir todo lo hippie que pude) y el "banquete" fueron mesas con comida por donde se podía ir de un lado a otro, con un grupo de jazz encantador gracias al cual podías bailar mientras comias.
cada persona, si quiere casarse.. creo que tiene que tener en cuenta lo que cree y lo que no cree.
besos

6:13 p. m.  
Blogger la-de-marbella ha dicho...

!!! que bueno!!! Yo cuando me casé tambien duró la ceremonia como hora y pico. Recuerdo que el dichoso velo/burka me estaba dejando ciega y se me iba la cabeza pensando en mis amistades, por lo que lo que decia el cura se escapaba a mis oidos, a tal punto que en un inciso le pregunte: oiga, ¿falta mucho para lo de los anillos? es que tengo que ir al baño. La cara del pobre cura era todo un poema,lo peor mi suegra que le sentó fatal el comentario, lo mejor mi marido que casi se cae del altar de la risa. No somos nadie. Saludos Marbellís

7:19 p. m.  
Blogger Logan ha dicho...

Dichosas bodas... Yo este año he "toreado" dos, encima familiares de gente con la que no hablo, debido a mi estado físico. Pero ya veo en el horizonte alguna para el año que viene y como una de ellas es de gente a la que quiero muchísimo... Pues eso, que habrá que ir.

Aunque claro, yo de la iglesia tengo claro que soy de los que está fuera comentando cualquier cosa con los otros marginales que se quedan conmigo. Así es la vida...

De todas maneras me he reído poquito, sabes? Aunque me pongo en tu lugar y vaya rollo...

Un abrazo.

7:25 p. m.  
Blogger Zifnab ha dicho...

Maria: Pues de eso se trata de reirse un rato. Si asi fue misión conseguida. Un secreto: Morla parecía mucho más interesante que el oficiante.

Bito: Yo creo que la ceremonia es un poco como tu lo pintes. Para mi gusto es una fiesta, una celebración en la que los ritos solo son importantes para la intimidad de la pareja. ´Básicamente lo importante es tener a la persona, lo demás se haga o no se haga creo que es secundario.

Miss: Si es que no me dejan. Que si hay que ser responsable, que si que dirán. Con lo agusto que uno vivía cuando era niño que decías que te dolía la tripa y te salías, no a tomar cervezas como ahora, claro, pero fuera de las aviesas miradas de los responsables. Vivan los bares que rodean las Iglesias di que si.

Beca: Pues si pero aunque los cónyuges no hayan pisado una misa desde que yo les conozco, supongo que eso era lo que les gustaba y es su día, así que me consuelo riéndome un poco de todo eso. Pero bien pensado en eso soy un tipo bastante tradicional, así que es más que posible que haya un día en el que un capullo como yo, camuflado entre el rebaño de invitados anónimos, se este cagando en mí y en mi forma de celebrar ese tipo de acontecimientos. La boda jazzera y comiendo de pie, si cambiamos el jazz por otro tipo de música, me ha parecido muy chula, por cierto.

Marbellí: Ya me hubiera gustado que la novia hubiese dicho algo parecido, hubiera sido muy divertido. ¿Al final fuiste al baño?

Bud: Si no fue nada dramático, es que yo exagero mucho. Me lo pasé bien pensando en chorradas de este calibre. Yo quiero ser de los marginales pero no me dejan, paradójicamente.

Sed felices

8:34 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Pues en la última boda que estuve yo, que por cierto llegué tarde (los novios estaban ya casi casados), era de dominio público que los susodichos eran vírgenes (en los tiempos que nos corremos, uys... quiero decir que corremos) y nos pasamos la familia toda la tarde haciendo apuestas y relatando el posible primer encuentro "segggsual", nos partíamos el culo... Pero, en el siguiente encuentro familiar, volvimos a la carga, y todos, cual marujas en el rellano de la escalera nos preguntábamos: ¿lo habrán hecho?
Sólo me queda decir que ambos novios, ahora desposados y casados este año, cuentan con nada y más y nada menos que 36 years old.
Si esa boda a la que fuiste hubiera contando con ese dato, seguro que durante la hora y media habrías puesto a los novios en cada posición Kamasutriana :P

9:58 p. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Oye tú, a la próxima me llevas y al salir nos contamos lo que hemos pensado los dos ¿hace?.
Creo que hariamos ricos a los terapeutas :-)
Aunque no suelo dar consejos, a ti te daré uno pequeño para la siguiente boda:

- ¿Fumas?. Antes de empezar la ceremonía busca un amigo que también fume y comienza el ataque "oye y ¿vamos a aguantar una hora de misa sin fumar?, ¿y si nos salimos fuera y en comunión con la madre naturaleza les deseamos toda la felicidad del mundo? va...". Siempre me funciona.

Aunque visto lo visto me pido la asistencia a una boda contigo.

Un beso compañero de terapeuta.

11:36 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Sí que suelen ser aburridas, sí. La gente coge el producto que le venden. Sería más bello que se creasen uno a su medida, y menos aburrido...

5:59 p. m.  
Blogger poemasperdidos ha dicho...

Hehehehe mago!
Como que hubiera estado ahí contigo! jajaja.
De la desesperación ante situaciones que parecen eternizarse, me da por pisarme los pies, como si quisiera (igual que la novia original del comentario)ir al baño!
En mi boda estuve feliz, pero ahora que lo pienso, estaba como en una burbuja, mirando una gotera caer sobre mi ramo, observando las flores a contraluz, el bordado del altar, etc. y aunque el sacerdote era un amigo nuestro con el que se puede charlar hasta de futbol, me habría muerto de vergüenza si lanzara preguntas sobre lo que dijo. Por otro lado he asistido a dos bodas religiosas hermoisísimas, con unos javerianos que hacían que te dieran ganas de casarte de nuevo! Bodas breves, íntimas y llenas de música barroca y velas.
Besos,
Gab

8:39 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

jajajaja
Oyendo tu relato sobre una hora y media escuchando al cura me ha dado que pensar sobre mis pobres alumnos a los que castigo con dos hora de pesada teoría. Menos mal que no sé cuales son sus blogs y no me enterare de su feedback nunca.

9:54 p. m.  
Blogger Ligeia ha dicho...

Yo no he ido a ninguna boda, el caso es que me invitan pero siempre hallo alguna excusa (en ocasiones forzada y en otras no tanto) por la que no puedo ir... y siempre me quejo que, ya con la edad que tengo, no he ido a ninguna boda... Dios le da pan al que no tiene dientes...

6:03 p. m.  
Blogger Lince ha dicho...

¿ya no se tira arroz?

5:27 p. m.  
Blogger Isthar ha dicho...

XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

Al menos tienes un mundo interior muy prolífico (al que tendremos que darle cosas más interesantes en las que pensar ¿eh?)

Yo es que las ceremonias religiosas como que no puedo con ellas, además una vez cometí la imprudencia de escuchar un poco de lo que decían y casi se me llevan los demonios allí mismo... eso o me da la risa, y no sé que es peor.

6:13 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Mi mejor amiga se casó hace dos años y creyó que el mejor premio a nuestra amistad sería hacerme testigo en su boda.

La ceremonia duró también cerca de hora y media y yo, atea convencida, tuve que soportarlo sentada en el altar, a dos metros del cura y de los novios y con el resto de invitados a mis pies, observando cada uno de mis movimientos (y cada uno de mis bostezos).

Cuando me enseñaron, tiempo después, las fotos del bonito acontecimiento yo aparecía en todas mirando a cualquier lado menos al cura y los novios. Aunque la mejor fue en la que estaba firmando, ya al final, inclinada sobre el libro y el cura que lo sostenía, miraba mi escote. Será por aquello de que Dios está en todas partes...

Besos.

5:38 a. m.  
Blogger Buttercup ha dicho...

Juaaaa, pero hombre, habernos contado el resto.

11:35 p. m.  

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