El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

miércoles, julio 06, 2005

Nada grave

El que quiere nacer, tiene que destruir un mundo.
Herman Hesse



Escuchas el lamento que no pronuncia y te rindes antes siquiera de haber intentado un gesto de rebeldía. La corriente del río es demasiado fuerte, demasiado perversa como para hacerla frente. Ves como ELLA se aleja vertiginosamente, como el agua se la lleva y te deja terriblemente solo. No tienes ni siquiera fuerzas como para aullarle a ese cielo sin luna, un cielo que se debate en espirales, tan cargado de furia que se jura a si mismo su destrucción. Tienes los ojos secos y ya no te encuentras el alma. Te vas andando de allí y ni siquiera te entristece tu propia descomposición que en un instante te transforma en polvo y un parpadeo más tarde, en nada.

Del cielo angustiado, surgen dos brazos infinitos. Un Dios con la cara maquillada como un mimo, (los párpados en forma de cruz, la boca disfrazada de sonrisa) surge entre las tinieblas y la desolación. Sus manos estan cubiertas de guantes de seda blancos, las mangas las tiene remangadas para descartar la trampa o el cartón. Tras una serie de complicados pases de magia (innecesarios y artificiosamente complejos. No necesita de esos aspavientos, pero son los que le divierten y la dan sentido) recoge el cielo entre sus manos, lo estruja entre movimientos circulares y sonriendo aún más si cabe, abre las manos y sopla sobre las palmas. El polvo cósmico se esparce entre la nada y la puebla de estrellas. Sería hermoso si añguien lo contemplase.

Un parpadeo más tarde, vuelve a mover las manos con ínfulas de ilusionista. De Donde había el vacío, saca una margarita tan brillante que cegaría si alguien la directamente a los ojos. Afectadamente, deshoja la flory guiñá un ojo por cada vez que la mutila. Lanza el pétalo al aire o al no aire y cada uno de ellos se tranforma en una nube y luego en otra y luego en otra hasta poblar el recien cielo de ellas, como en los viejos tiempos.

Hace de sus manos un recipiente y acoge entre ellas aquel río destructor, ahora calmado y expectante. Lo bebe y lo escupe y donde antes había tiniebla ahora el azul se extiende hasta donde alcanza la vista. Ahora solo queda un tallo y una corona. Una pequeña gota de sudor descompone la aparente serenidad del Payaso y es que no todos los días se crea un mundo pero ya no le queda demasiado por hacer.

Con mucho tiento coloca en mitad de su lienzo el centro de la flor y con una leve caricia lo enciende de un deseo infinito que sin embargo no tardará en consumirse a sus ojos (pero no a los del resto). Dos lágrimas brotan de sus cruces, acerca la cara a la Tierra que siempre permanece y las deja caer despacio, brotando en el punto en el que caen dos pequeños niños, el uno Adan la otra Eva, que ríen ignorantes de todo lo que les rodea y le dirigen una mirada a su creador que promete reto y divergencia aunque ahora solo puedan percibirse arrebatadores pucheros. Ríe el payaso a la vez que sufre cuando coloca el tallo cerca de sus niños y sopla sobre él para transformarlo en Paraiso que les acoja hasta su mayoría de edad tiempo en el que tendrán que buscarse la vida y despertar un incipiente resentimiento que solo ELLA o ÉL aliviarán pasajeramente.

Mira lo creadoel Payaso y sonrie su mentira mientras sus ojos se oscurecen. Primero desaparecen las manos, luego la sonrisa, más tarde su rostro, por último el eco de sus ojos y más tarde una fábula. Quedan las risas de dos semillas y el dulce murmullo de un río.

6 comentarios:

Blogger cris ha dicho...

No sé que decir...me ha encantado, tiene tanta poesía..

9:50 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Muy bonito! Lleno de sensibilidad y expresividad. Una preciosa historia llena de metáforas.

11:46 a. m.  
Blogger Isthar ha dicho...

Me has dejado con los sentidos abiertos de par en par.

Y tendré que releerlo y releerlo para ir sacando más y más savia de cada una de tus frases.

Me encanta como escribes :)

2:54 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Es precioso Zifnab, imaginativo, poético. Me ha gustado mucho.
Un beso.

6:00 p. m.  
Blogger Msc ha dicho...

Al fin y al cabo me parece que el payaso no es más que un sueño y como tal ayuda a crear dientes de leon que el viento disuelve, espuma que se diluye...

7:08 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

Un mundo creado por un payaso-mimo-ilusionista, que hace aspavientos sin que nadie lo vea ¿Egocéntrico?. Que crea un mundo con sus muñequitos y que luego desaparece ¿Irresponsable? Un mundo poblado de esos seres hechos a su imagen y semejanza ¿Egocéntricos? ¿Irresponsables?

2:38 a. m.  

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