Farios y Farias
El día que me levanté con el pie izquierdo, me comenzó a doler terriblemente el derecho, lo suficiente como para apenas darme cuenta de mi travesía bajo tres escaleras puestas en fila y el tranquilo deambular de una manada de gatos negros que me cortaron el paso. Por ello, cuando aquel meteorito cruzó los cielos y se llevo por delante tres cuartos de mundo conocido tuve una incómoda sensación de culpabilidad poco antes de morir. El pie dejó de dolerme, eso sí.
10 comentarios:
Hay días que debería uno no levantarse de la cama...
Besos
Yo siempre me levanto con el pie derecho, así aunque me caiga un meteorito no tendré sensación de culpa.
Yo creía que los magos no eran supersticiosos.
En cuanto al mundo conocido, no nos hacen falta meteoritos para llevárnoslo por delante.
¿No lo habrá usted soñado?
Un beso.
jajaja, "cosas que pasan"... saluditos!
Los magos deberían ser supersticiosos, pues viven de la superstición.
:-)))))))
Por eso yo bajo de la cama con los dos pies al mismo tiempo...cuestion de balance.
Un abrazo, Mago!
Un hiperbreve con todas las de la ley. ¡Buenísimo..!
Al menos el dolor se calmó. Eso es lo que dicen de los muertos; que no les duele nada.
Espero que encuentres ese cuento, porque me gustaría leerlo. Perdónale, hombre :)
Un beso, mago
Menos mal que el dolor ahi quedó!!!
:)
besos Mago!
dejaron de doler muchas más cosas. y a mucha más gente. aunque quizás llegó el vacío infinito...
Recuerda que las patadas sólo a los balones y a las latas. Recuérdalo, Zif.
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