Historias cotidianas de objetos extraños.... (y IV)
![]() |
El mundo crepita en cuanto le mostramos la espalda
y se burla de nosotros y de nuestros ojos ciegos
Hipostanes
Me cuentan que estos niños y no otros, estudian por las noches las lecciones que durante el día tratan de transmitir a los Hombres Altos para comprobar si, tornándolos en Hombres Sabios, se deciden a cambiar cosas tan pequeñas como el mundo. Quizás debería convencerles de que desistieran, de que los hombres detestan la sabiduría y la lucidez y que se vuelven contra quien se la proporciona como bestias acorraladas. Estos niños de cartón aún desean abrir los ojos y yo no me perdonaría cerrárselos para siempre.
La locura se apiada de los objetos de mi torre en cuanto la oscuridad les ampara. Están tristes, están un poco solos, pero quién no lo está, quién puede no estarlo del todo. También escucho sus risas, también suspiros de aburrimiento, también indecorosos gemidos. Nada es dramático. Tiempo habrá para hablaros del ciervo de bronce que pace en la estera, del autobús de barro que añora la feraz vorágine. Pero ahora es tiempo de callar un poco, apurando una cerveza fresca y dejando a nuestra memoria que se aplaque y nos perdone. Salud a todos pues. Que los falsos Dioses nos sean propicios y los ciertos, indiferentes.
15 comentarios:
Déjales soñar con los ojos abiertos. Me gusta pensar que hay en alguna parte unos niños, que aunque de cartón, viven con la ilusión de cambiar el mundo :)
Me encanta sumergirme en estas letras, las creo a pies juntillas y es fantástico.
Besos mil.
Los hombres detestan la sabiduria y la lucidez porque tienen que abrir los ojos del corazon...es mas facil engañar los de la mente..deja que los niños de carton se transformen en hombres sabios y nos sigan enseñando a ser felices!!
Un abrazo!!
El más pequeño de los tres tiene cara de listo!!
El mayor ( de azul) tiene cara de que se llama Tomás...
y el del medio, que es redondo, es el alma de la fiesta... aunque tiene cara de haberse desvelado... quizá estudiando...
Hombrecitos pequeños con espiritu sabio, que han de prestarnos su infancia para no porir adultos....
Besos Señor Mago...
Fe de erratas...
porir= Morir..
usté perdone la iSnorancia:D
Están tristes porque al ser de cartón no pueden hacer botellón
Mago,
a veces me produce demasiada inquietud, no tanto tus historias, cuanto el ánimo con que las cuentas.
Espero que no sea una despedida larvada.
Un beso.
y, como tú dices,
sé feliz.
Un proverbio oriental dice:
Venera a las divinidades pero no esperes nada de ellas.
Yo lo aplico a la vida misma como una divinidad, no espero nada bueno de ella en espera de que me sorprenda de vez en cuando y a veces lo hace.
Me había perdido tus entregas sobre los objetos cotidianos, me ha parecido deliciosa.
Cuidate.
Me apunto al brindis con cerveza, en silencio para que los niños de cartón estudien la manera de hacernos comprender el error que es nuestra vida.
Por cierto, por fin puedo comentar pues antes no me dejaba la puñetera versión beta. Yo prefiero la versión VHS.
Salud, cerveza en alto, Mago. Y, como dice Eulalia, espero que eso no signifique una despedida.
yo vi a esos tres, les di una vuelta en mi autobús, pero ninguno sabía conducir y acabamos dentro de un estanque, ¡qué carajo, teníamos cerveza más que suficiente para pasar la noche bajo el agua!
Me gusta el final:
"Que los falsos Dioses nos sean propicios y los ciertos, indiferentes."
Creo que es un buen deseo.
Feliz Navidad.
Pues lo niños de cartón tienen la cara de golfillos que hacen pellas.
No creo que corran peligro.
nada es dramático,
quizás sus ojos sirvan para velar por las sonrisas del mundo,
quizás sin ellos, sin sus mudas miradas se rompería el equilibrio.
Y es que los dioses ciertos, sólo fastidian, a veces sin querer.
Otro mago, Alan Moore, también opina lo mismo que tú.
Me encanta.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio