El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

lunes, septiembre 25, 2006

El señor de los pinchazos I: Las tres terribles señoras

Tres han sido los pinchazos que he sufrido en mi vida (bueno, en realidad pinchazo, pinchazo solo fue uno de los tres. Los otros dos fueron reventones producidos por mi inexplicable atracción por los bordillos) y por eso puedo revelaros los dilemas que plantea una situación tan incómoda y que me va a mantener ocupado durante los próximos episodios de esta su acumulación de agua favorita.

Como todo ensayo que se precie comenzará con una pregunta retórica y un tanto estúpida pero que sin embargo aporta elegancia y seni

¿Qué es un pinchazo?

No precipataros que os veo venir. Veo venir a los listillos a los que les va a faltar tiempo para soltar aquello de "pues cuando un neumático se desinfla por la accion de un objeto punzante". Cuanto cariño paterno les faltó a estos, cuantos abusos sexuales debieron de sufrir. Se que habrá algun poeta que piense "cuando una rueda ya no tiene mas ganas de vivir y se corta las venas". Los pedantes dirán, "acción o efecto de pincharse" y los más pijos les responderán, "o sea, eso es cuando se te pincha una rueda ¿no?".

Una mierda. Quien diga eso es porque no ha sufrido un pinchazo en su vida y no ha sentido en sus entrañas esa sensación de abandono y tragedia que se respira durante estas ocasiones. Y es que damas y caballeros, ha llegado el momento de revelarles que un pinchazo, es, aunque ustedes no me crean, una sucesión de preguntas terribles, tres para ser exactos, que nada tienen que ver con la física o menudencia análoga.

La primera de las preguntas que se te plantean es

¿Dios por que me has abandonado? (es importante prolongar mucho la s de Dios, al modo ssssssss, para enfatizar el dramatismo del momento).

No, no se trata de una pregunta retórica sino que la formulas a pleno pulmón dejándote el alma y la laringe en ello al sentirte víctima de una conspiración cósmica que pretende arrebatarte la felicidad. Lo aúllas en tono trágico y hasta los lobos se acojonan. Así que ya sabéis, si alguna vez por los caminos de Soria que diría Ganete Caligari os encontráis un bandarra dando gritos ante una rueda pinchada, si, soy yo. Y estoy orgulloso de serlo. Bueno, quizás no lo esté, pero una carretera abandonada de Soria no es lugar como para mostrar tus puntos flacos, que las fieras estan al acecho a cada paso que das..... si Doctor ya me tomo la medicación que me está yendo fabuloso con ella, ahora en lugar de alucinaciones ya solo veo a la luna bañándose en pelotas en un lago que reposa a los pies de mi torre de hechicería......

La segunda de las preguntas no es menos inquietante

¿Y ahora qué?

Donde qué funciona gramaticalmente como un sujeto que abarca un interminable flujo de funestas posibilidades en el que la muerte no es de ni la más descabellada ni la más atroz que se te pasa por la cabeza. Ahora, supone un momento que quieres que pase de una puta vez e y te sirve para seguir blasfemando como conjunción copulativa que jode. El problema de la mencionada pregunta es que no se formula sola. sino que va acompañada de otras no menos estremecedoras ¿Por qué no enseñarán a cambiar una rueda en las autoescuelas?. ¿Por qué decidí pasar de leerme la parte de mecánica del manual? ¿Por qué me tocó un profesor de autoescuela recién divorciado que prefería contarme lo desgraciada que era su vida a enseñarme este tipo de cosas?. Por que no seré un hombre intrépido, un Indiana Jones del cambio de las ruedas?. Por que no, patán que eres un patán, me reponde esa voz interior cabrona que todos tenemos cerca del pancreas. Las respuestas siguen sin aparecer, como Godot, y solo asoma una nueva pregunta por el horizonte...

¿Por qué hice letras mixtas en lugar de currarme a un módulo de mecánica en FP? ¿O algún curso de CCC que me convalide una ingenieria técnica en cinco minutos?

Si es que sido un vago toda mi puta vida. Confieso que la razón por la que escogí letras mixtas fue porque era lo más fácil, no por una sentida vocación ni por las letras ni por las mixtas. A ver ¿de qué coño me sirve a mí en esos momentos saber que la Conferencia de Yalta se celebró en Yalta o que el logaritmo neperiano de nosequé es nosecuantos, si me ha pinchado una rueda y no creo que vaya a existir un mañana?. Lo de la conferencia lo puede sacar igualmente el del módulo, (no iba a ser en Calasparras coño) y lo segundo no lo sabemos ni el ni yo ni falta que nos hace. Pero el muy cabrón sin selectividad ni nada que se le parezca, si sabe cambiar una rueda. Putos prejuicios paternos por las opciones útiles...

(Continuará)

16 comentarios:

Blogger Lince ha dicho...

la próxima vez que le pase, mago, mándeme un sms telepático, que no sería la primera vez que cambio una rueda; incluso cambié una vez una de un land rover. ;)

1:41 a. m.  
Blogger Trenzas ha dicho...

Cierto; las letras mixtas no sirven para nada práctico, como cambiar una rueda o hacerse una tortilla a la francesa cuando todas las mujeres que uno conoce se han ido de vacaciones a Las Bahamas.
Y si a uno le pasa tamaña desgracia en una carretera soriana en medio de unos campos interminables plagados de cuervos y con el amenazador Moncayo mirándote con ganas de convertirte en cubito de hielo, ni te cuento.
Alma gemela; me pasó una vez y jamás renové mi carnet de conducir. No me sentí con valor para afrontar otro pinchazo.
:D
Una gozada el post; igual que el anterior (que es todo lo que me ha dado tiempo de leer)
Abrazos

8:54 a. m.  
Blogger Montse ha dicho...

Mago: por fin te has hecho humano. Prueba a ponerte a llorar, la prócima vez. Funciona. Se paran dos o tres y te cambian la rueda sin que tengas que ensuciarte las manos. Bueno, eso fue lo que me ocurrió a mi la primera vez. Luego aprendí a cambiarla, entendí que era más práctico y menos deshonroso, glups! aunque es más fácil cambiar un vela.
Bueno,si lince no tiene cobertura, me llamas a mi!
Besos marineros.

10:13 a. m.  
Blogger Montse ha dicho...

prócima = próxima (no estaba jugando con las palabras como Manel, no, es que estaba tecleando demasiado deprisa) urgh!

10:13 a. m.  
Blogger GLAUKA ha dicho...

JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAA!!! Que me has hecho reir un montón, oye. Espero ansiosa la continuación.
Besos.

1:47 p. m.  
Blogger இலை Bohemia இலை ha dicho...

...jajaja....Un pinchazo te hace plantearte toda la vida...La cosa tiene miga...Nunca olvidaré tu post cuando tenga un pinchazo. Besos

5:12 p. m.  
Blogger marga ha dicho...

Una desgracia, una tragedia, más bien.

Es uno de los recuerdos terribles de mi infancia: mi madre con la rueda pinchada, muy orgullosa ella, empeñada en cambiar la rueda cuando casi no sabía ni conducir. Y sus retoños asqueados, que optaron por parar a un coche para pedir ayuda y poder cenar caliente sin tener que hacer noche en el coche... nunca nos lo perdonaá

6:31 p. m.  
Blogger Zebedeo ha dicho...

De mis investigaciones empíricas (he cambiado muchas ruedas y no trabajo en ningún taller) puedo decir que:

Logaritmo neperiano de Pinchar la rueda = putada

Pincharla en Yalta (tan lejos de casa) > putada

Pinchar cuando vas solo > putada

Por tanto decudimos que las probabilidades de pinchar cuando vas sólo y estás lejos de casa son mayores y es exponencialmente proporcional al tamaño de la putada.

De aquí al Nobel hay un paso.

6:53 p. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Pues me diviertes una barbaridad tremendamente bestial (esto que acabo de escribir puede que suene mal pero yo me entiendo, que es importante entenderse, creo).
Oye, una cosa... en los cursos de guitarra de CCC te regalan el instrumento, no sé... pero algo es algo ¿no?.

Un beso grande.

10:07 p. m.  
Blogger Eulalia ha dicho...

Mago, corazón,
Me ha dado mucha pena, pero no puedo acompañarte en TU sentimiento porque ni sé conducir, con lo cual que difícil.
No obstante, he visto el cielo soriano con alguna nube amenazadora hacia el norte y unas horrorosas ráfagas de viento cada vez más frío y...
No creo que Machado pinchase nunca: su poesía habría cambiado radicalmente.
Un beso.

12:12 a. m.  
Blogger el mono azul ha dicho...

Un pinchazo es algo que conoce muy bien el h.p de mi vecino que se pasea con un punzón por el patio.

No veas que impotencia es acostarte por la noche y no saber si al dia siguiente vas a tener que cambiar una rueda...

12:49 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Vaya! ¿Sr. Mago se encontró incapaz de cambiar una rueda ni con su magia?. Es que dan por hecho, muchas veces, que eso se sabe y no, va a ser que no. Es un fastidio. Para mí lo peor son los tornillos que no tengo fuerza para quitarlos.

2:30 p. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

9:29 p. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

Usted Señor Mago es mi aperitivo favorito para la sonrisa interminable...
lo que se dice...
para tener un lindo día...
:)
Besos !!!

Pd.. con "polvos Mágicos" no es posible cambiar la rueda? o por lo menos, sacarle el ponche?..:o.. digo yo..

9:32 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En estos momentos de mi vida, pinchazo es sinónimo de analítica y hoy en concreto es sinónimo de resfriado, tengo la garganta hecha polvo.
El mes pasado pinché, perdí un piloto lateral y dos tapacubos y eso fue despues de que al ir a recoger el coche me diese cuenta de que me lo había rallado alguien que debía aparcar muy mal.
Voy a por la segunda parte de tu entrega...

1:28 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

Parte poética:
Si la rueda no tenía más ganas de vivir y se corta las venas, respeta su último deseo y acompañarla en su último hálito.
Parte pragmática:
Creo que a la pregunta de ¿Y ahora qué? se puede contestar: pues llamo al RACE

1:58 a. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio