El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

viernes, septiembre 01, 2006

Divagando

Eulalia comentó respecto del texto anterior acerca de como ha influido en nosotros el cine y una cosa tan sencilla me ha hecho pensar (como os de por poner comentarios complejos conquisto el mundo) y como es cosa que no suele suceder (Pensar y yo mantenemos una relación tormentosa), pues me ha dado por hacerlo en teclado alto.

Y pensé dos cosas. Tres en realidad. Una que es dificil lo de ser original. Pero luego recordé que alguien listo, Aristóteles, Tales o alguno de la banda dijo algo así como que la originalidad es imposible y que todo fue contado ya, y si esto se dijo hace un huevo de tiempo, no te cuento lo chungo que tiene que ser lograrlo ahora, así que desistí del empeño y me fume un porro para ahumar las penas. No hay cosa que más joda que se te ocurra una historia así como que genial y deslumbrante y luego topar con ella en las páginas de cualquier libro infumable (o portentoso, pero en esos momentos odias a quien sea menester).

Dos, que no estoy seguro de que sea el cine la faceta artística a la que más importancia le otorgo en mis maneras de pensar, en mis ensoñaciones, en mis fantasías eróticas o en mis desvelos. Sin embargo recordé más tarde que siempre quise ser Atticus Finch, o Eddie Felson o Towanda y por supuesto Keatting y Manuel Fidello y alguno más que no recuerdo. Pero también me vino a la memoria otra cosa que es lo que en realidad quería contar aquí y que tantas vueltas me ha costado (razón que me imposibilita tomarme en serio mi vocación filosófica porque para contar que a es igual a b soy capaz de mencionar el resto de las letras del abecedario -incluido el cirílico, el árabe, el etrusco y el vasco-) pese a que podría haberlo sintetizado en "a mí me han influido más los libros que las pelis".

Y llegado a este punto, y antes de seguir adelante, he de manifestaros que voy a quebrantar una regla, que digo regla, irrefutable mandamiento, de esta bitacóra. Contaré, sin Tiburcio de por medio, algo pequeñito, pequeñito sobre mí. Es por ello que recomiendo a las personas que gasten marcapasos que no perseveren en la lectura de estas líneas y a los diabéticos que hagan provisión de insulina.

Hay veces que alguien me ha preguntado. ¿cual es mi libro favorito?, y entonces yo, que soy propenso a ponerme estupendo y pedante, respondo, con voz grave y sensual, "decir cual es mi obra predilecta me resulta agotador". Dicho esto la persona que me pregunta me mira mal y ora se suicida, ora trata de agredirme. Pero el problema es que es cierto, que es imposible, que es como escoger entre tu novia o Homer Simpson (o algo aún más imposible). La pregunta que resulta mas accesible es: ¿Cual es el libro que más te ha influido?, y ahi ya vamos por mejor camino, siento como mis miembros (todos ellos) comienzan a relajarse, los párpados caen como una pluma, la brisa marina acaricia mis cabellos y una gaviota (o mejor, un albatros) chilla a lo lejos....hasta que das cuenta de que la respuesta que siempre has dado a la pregunta exacta es incorrecta. Toda mi puta vida diciendo que es 1984, contando la historia de por qué me lo leí, analizando las connotaciones políticas y filosóficas del libro... hasta que el otro día, revolviendo entre mis libros, descubrí que he vivido una mentira. El libro que más ha influido en mi vida no es 1984 señores, el libro más importante para mí es un libro de cuentos para niños que nunca tuve muy claro como fue a parar a mi casa. Como a mí lo de leer me tiraba desde muy pequeño (por edad y por estatura, que lo del estirón me vino mucho despues), pues un día que me aburría vi un librito verde y pequeño y allí que me lo leí. Cuando lo acabé, lo volví a empezar una y otra vez. Mis padres me veían y sonreían orgullosos. El niño nos ha salido listo decía mi padre mientras a mi madre se le caía la baba. Y una mierda, papás. Y una mierda.

La sinopsis del libro reza lo siguiente "Ursula Wolfel cuenta historias que no son divertidas, y tampoco son historias de un mundo intacto. Tratan de marginados, de la opresión y de la discriminación racial, de la guerra, de prejuicios, de separaciones matrimoniales de hambrientos y alcohólicos. Son preguntas y no respuestas (...). Por ser verdaderas estas historias no suelen tener un final feliz. Estas historias muestran un mundo que no siempre es bueno pero si que puede ser cambiado"

Superchachi. La alegría de la huerta. Pa irte de copas y tal.

(Por cierto el libro -que es maravilloso diga lo que diga mi alma quejosa- se llama Campos verdes, campos grises, es de Ursula Wolfel y está descatalogado. Si un día me animo a teclear, subo alguno)

Y claro así he salido yo de tarado, leyendo una y otra vez la desgracia del mundo. Digo yo que a mis padres les hubiera dado igual comprarme Blancanieves, el Hola o algo así como más intrascendente. Pues no. Eso sí, no me dejaban ver el Jovencito Frankestein no fuera a ser que me traumatizara. No te jode. Padres, hubiera preferido que me hubieráis hecho ver cien veces "el Resplandor" con tres años, al estilo Naranja Mecánica, que me dejáseis leer eso. Si a eso añades otras joyas del género como "Canción de pájaros muertos" o "Alarma en Pateryk Fell" (los Dos de Barco de Vapor, así se hunda, el primero sobre un niño al que se le moría toda la parentela en una accidente de tráfico y el segundo sobre una ciudad asfixiante adornada por una central nuclear) que me debí leer con siete añitos y sin olvidar clásicos como el Príncipe Feliz o el cuento de la Cerillera (que son leertelos y desear la muerte al mismo tiempo) pues tienes un cocktail molotov que no hay un Dios que lo resista. Ver a Marco (encuentra a tu madre o muérete nene, pero no toques más las narices) o Bambi (aún escucho algunas noches los gritos de auxilio de la madre) no ayudaba, para que nos vamos a engañar.

Así que no se porque me extraña cierta inclinación a la melancolía, a pensar más de la cuenta, a saber que no hay remedio ni justicia. A ser del Atleti. A no juzgar para no ser juzgado. A otras cosas más lúgubres. Y además como no vivo en Estados Unidos no puedo interponer una demanda absurda que me costee los terapeutas que necesito. Pero, en fin, que le vamos a hacer, nadie es perfecto, ni siquiera yo.

Y todo esto por un comentario inocente de la Eulalia. Dadme una palanca y un punto de apoyo y moveré el mundo (al parecer, me comenta un tipo con cara de abogado, esto ya lo dijo un tal Arquímedes y sus herederos me han puesto una querella por no citarle, cagontó). Puta originalidad.

18 comentarios:

Blogger Ana di Zacco ha dicho...

He tenido que bajar a la farmacia de guardia de la esquina a comprar kleenex para secarme las lágrimas (de reir). Los vecinos se me han quejado y todo del escándalo, a estas horas.
Así que ya le perdono a usted que no me cuente lo del archivo de audio, que aún hay preferencias.
Genial, oiga.

3:02 a. m.  
Blogger Chan ta ta chan ha dicho...

Tiburcio le da recuerdos, se ha venido unos días conmigo, ya le he dicho que la próxima vez avise que no me quedaban cervezas.

Dicen que todo está invetado... pero las personas siguen siendo únicas e irrepetibles.

Échese un pei a mi salud, no se le olvide :)

11:25 a. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Este es un mensaje para Eulalia:

- Eulalia ¡por amor de todos los dioses menores! revisa tus comentarios antes de pulsar el Acceder y Publicar ¿o es que no ves lo que le inspiras al mozo? Xd

Este es un mensaje para Zifnab:

- Me alegro, me alegro de esa ventana. Te queda bien :-)

3:05 p. m.  
Blogger Montse ha dicho...

Por mucho que todo se haya dicho ya, siempre está el toque personal. Toma filosofía. Y tú lo tocas muy bien. Toma peloteo. Me alegro, como sinmás, de que Eulalia hubiera o hubiese escrito lo que haya escrito (luego voy y la leo a ver si me inspira también a mi). Y no te cortes: a veces, un poco de intimidad que nos cuentes es una delicia.

Esta que lo es.

4:23 p. m.  
Blogger Eulalia ha dicho...

Jopé.
Pues me alegro de haber hecho el comentario.
Lo que pasa es que, si empiezo a explicar yo por qué dije lo que dije... No. Ni siquiera te voy a decir qué ocurriría si te lo empiezo a explicar.
El caso es que vuelvo a leerlo, y se me ocurre otro comentario: ya es otro día, y además te he leído este post, y...
Mejor lo dejamos así.
(Los dos libros que a mí me cambiaron como persona fueron el Ulises de Joyce y la Rayuela de Cortázar.
He vuelto a intentar leerlos, sin embargo, y no he sido capaz, ya ves).
Un beso.

6:31 p. m.  
Blogger Zebedeo ha dicho...

Enfermera, enfermera, rápido esterilice todos los instrumentos tenemos una operación de confesión a corazón abierto.
Bisturí.
Vale, vale, vamos bien.
La operación ha sido un éxito el paciente se ha confesado y no ha muerto en el intento.
Ya podemos cerrar.
Ups, creo que me dejado el reloj dentro :)

6:42 p. m.  
Blogger GLAUKA ha dicho...

jajajajajajajajjajaja! INcreíble, pero en el melancólico día de hoy, así con ese aúrea gris marengo a mi alrededor todo el día, y leyendo un post de los más apagayvamonos ... me descojono.
Sí, porque yo también leí los libros que mencionas (a excepción del primero, que mecaguen, mis padres no debieron dar con él que sino, hubiera caído, visto lo visto)
Lo que influye un malidto libro en uno eh ... yo creo que Alicia en el País de las Maravillas con seis años debe ser mortal de necesidad, y así salí yo, claro. Bueno Julio Verne tamibén ayudó lo suyo, la colección completa antes de los 9 debe ser como sexo anal sin lubricación previa ... o con lubircación pero sin interés ... ufff la cerillera me hizo llorar lo que no está escrito tú!

6:49 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Una frase y.... todo un mundo. Me ha encantado la relación y mejor la influencia de los libros que de las pelis ¿no?. Besos

7:28 p. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

Señor!
Me ha dejado con una gran sonrisa terapéutica...
Leerte Zifnab es como leer un poco de cada libro...

A mi el libro que mas feliz me hizo fue un cuentecito escrito por mi Abuela y que nos contaba después de la cena...
ella lo escribió( rusticamente), y años luz después nos dimos cuenta que lo iba cambiando, según la "moraleja" necesaria...
se llamaba:
" La mamá mas mala del Mundo"
y siempre tenía una página nueva, segun el caso...
Lola, era la mamá, y eran tan mala, que a los niños malos les hechaba gotas de limón en los ojos para que aprendieran a no pelearse entre hermanos...
Hacía caldo para comer con la mascota de los niños, y todo por que los niños no limpiaban las cacas del cachorrito...
y así....
Primero lo narraba, después lo dejaba ahí como olvidado..entonces leíamos las partes de censura... que no contaba la abuela ( pero bien que escribía)....

Como la parte donde la mámá Lola, en vez de darles cereal a los niños, les dió cacas de ratón.... por aquello de no querer comer la sopa...
ains....
Descance en Paz mi Abuela... era una Santa, si Señor!;)
Besos!!!!!

8:48 p. m.  
Blogger இலை Bohemia இலை ha dicho...

ERES INCREIBLE, TU CABECITA ES UN NO PARAR DE IDEAS Y LO MEJOR...IDEAS INGENIOSAS!!!

ABRAZOS

4:08 p. m.  
Blogger S.M. ha dicho...

Qué buena la risa que tu post me regaló.

Recordé mi libro de VIDAS EJEMPLARES a los seis años y la lucha que desde entonces he mantenido me voy/no me voy a las misiones.

Y la biografia de Marisol, con tapas rosas y la envergadura de un tomo del Espasa...

Jesús, María y José.

7:43 p. m.  
Blogger el mono azul ha dicho...

Cuando aprendía a leer me gustaba el periódico, SI!!! lo juro. No entendía ni papa, pero me creía muy importante poniendole voz a tantas palabras.

9:10 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

Y luego dicen que leer es bueno. Casi es mas inocuo ver el tomate.

El primer libro que leí "sin santos" fue guerra y Paz. Decidí que solo me leería la paz y cuando estaba a punto de terminarlo me lo quitaron las monjas porque el autor era "Ruso" (aun vivía Franco)

12:48 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Un secreto, no hace falta que muevas al mundo. Se mueve solo. Lo que haces bien es conmover. Y sin palancas

4:25 p. m.  
Blogger Eulalia ha dicho...

"Un jersey es una prenda de vestir que las madres ponen a sus hijos cuando ellas tienen frío"
(Gila)

1:00 a. m.  
Blogger Lince ha dicho...

me compré "matar a un ruiseñor" porque tuve que hacer tres intentos para ver esa peli por primera vez. las primeras dos veces caí dormida; yo, que me cuesta más dormirme con la tele que con un bombardero.
atticus finch es un personaje maravilloso, la película es una poesía visual.
(tenía que decirlo. me emociona tener cosas en común contigo, ché)

y el libro que más me ha influido es "malena es un nombre de tango" también la película, que ví antes de leerlo y me hizo tener una malena con ojos, labios y forma cercana.

1:09 a. m.  
Blogger sergisonic ha dicho...

gracias por compartir ese "algo" con nosotros.

12:03 p. m.  
Blogger TICTAC ha dicho...

Me gusta cuando divagan los Magos y nos hacen volar con alas de buen humor...
;-)))
Todos los libros que he leido han dejado huellas, sera' por no haberlos leido en el momento adecuado...ahora estoy leyendo unos para niños, en este momento me ha fascinado La LLave Magica de Lynne Reid Banks...

Saludos!!

8:08 p. m.  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio