El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

jueves, abril 27, 2006

Del amor y otros demonios (3º y por fín, último)

"las cosas que amas tienen que caber en la palma de la mano...
y esa era su idea de la felicidad"

Martín Garzo


Dos canciones por el precio de una. Festival del amor y de las canciones que lo recitan... (es que no sabía cual poner)

Una


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y otra


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Thomas Lewis dice que “amamos a quién amamos no por el futuro que esperamos construir, sino por el pasado que esperamos rescatar”. Esto es, que cuando éramos amamantados por nuestras madres, estábamos tan pichis y que lo que queremos es eso, estar pichis. A nuestras madres nosotros a vuestros padres vosotras y cambiando el orden de los factores si nuestra orientación sexual es diferente. Un poco Freudiano todo. El problema es que (que nunca me ha pasado, que conste), si a mí un día me da por pensar en mi madre en bolas mientras Ella y yo pecamos, no volvemos a pecar en la vida. Y es que yo a mi madre, muy cariñosamente le llamo la boya, porque un día en playa se puso un bañador fosforito y un momento que se fue a nadar mar aprovechó para hacer de poste en una regata. Dentro de mi madre caben tres o cuatrocientas Ellas de través que de pie alguna más cabe. Si a eso le añadimos que a mi, mi madre no me dio de mamar más que biberones, la teoría de Mister Lewis se nos viene un poco abajo (o explica en todo caso mi vocación de tarado)

Pero todo tiene su lado bueno o aprovechable. Lo otro también lo era, solo que hablaba del amor sin sentir amor alguno por aquello de lo que hablaba, y eso aunque éticamente irreprochable, no deja de ser paradójico… Dice la autora del artículo que asistió con su marido a un curso de besos. Un lugar en el que la terapia se socializa y se desdramatiza. Hay escuelas de risa, hay teléfonos de la esperanza y hay escuelas de besos. Lugares donde sentirse menos solo acompañados de gente, cosa que no siempre se consigue. Desconfío bastante de estos lugares, pero ojala no lo hiciera. El caso es que la redactora dice que lo único que aprendió en la escuela de besos es que no hay tiempo para darse besos. Y eso es verdad, dramático y verdad al fin y al cabo. Ni para eso ni para casi nada más. Besar es un placer, remolonear en los labios ajenos un arte. Pero nos cuesta trabajo. Demasiado oscuros, demasiado corazas siempre, y tan solos dentro de tanta protección. En fin, es lo que hay. También dice que los niveles de serotonina de un enamorado son similares a los que muestra un psicópata y algo psicópata si hay que estar para pasar por estos martirios.

Esto acaba. Me gusto más como mago disfrazado que no pontificando sobre cosas tan complicadas. Que me perdone el Doctor Espinosa y cuantos otros científicos pudieran haberse sentido molestos. Buscar respuestas es esencial para progresar, aunque no estoy convencido de que hayamos progresado tanto. Seguimos siendo idiotas, seguimos incomunicados en nuestras miserias, eso si con ducha de hidromasaje y televisión de plasma los que tengan la suerte. Y con calefacción los que no tanta. Y casi siempre con algo de comer lo que ya es mucha. El problema de buscar respuestas es que algunas veces las encuentras, te pegan un tantarantán en las narices y todo se hace mucho más feo. Más sabios pero menos humanos.

A lo mejor van estos señores y aciertan con la tecla que les permita explicar el amor. El problema es que hacer con esa respuesta. Yo aún no he superado el trauma de saber quienes son los Reyes Magos como para que ahora me digan que Ella es la imagen idealizada que me proporciona una reacción química. Pues no. Ella es la Musa Salina y el mundo está lleno de Musos Salinos. Todos absolutamente imperfectos, todos caóticos, incomprensibles desbarajustados, inasequibles… no se se si les habrá pasado a ustedes, pero yo también tuve una noche jodida en la me pregunté ¿por qué me quiere? (y por que soy del Atleti y luego vino un publicista y me quitó la idea :-D). La historia es que es una pregunta que no tiene respuestas, ni en la filosofía, ni en el 70 por ciento ni en el olor de tu sudor. Todos merecemos ser queridos incluso los que no se lo merecen, aunque solo sea porque es imposible saber por qué. Con más razón, si no somos tan pérfidos, merecemos unos cuantos abrazos, aunque hayamos sido malos… ¿Porqué me quiere?...precisamente en eso consiste todo, en que siga habiendo misterios sin resolver. En que el Trasgo corra tras las frascas de vino y en que yo desde mi torre, le vea.

14 comentarios:

Blogger Sopor eterno ha dicho...

Toma ya!!

¿Porque me quiere? porque no podia querer a otra persona...


Muackss

9:46 a. m.  
Blogger Eva ha dicho...

¿Porqué me quiere?...precisamente en eso consiste todo, en que siga habiendo misterios sin resolver.

Has dado en el clavo, como siempre... Yo me lo pregunto a menudo, pero me quiere, y eso es lo que importa.

besos

10:02 a. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

¿Por qué me quiere? No sabría responderlo ni mi hija la erudita.
¿Porqué le quiero? eso es aun más dificil de explicar

10:08 a. m.  
Blogger Cobre ha dicho...

Da igual si todo es pura y simple química, si amamos movidos por el complejo de Edipo o Electra o si todo es cuestión de proporciones y olores más o menos agradables. Remolonear en unos labios estando más o menos enamorado, sentir y hacer sentir, disfrutar de una compañía cómplice... es maravilloso.

También da igual q te pongas tu traje de mago o te vistas de simple mortal, de cualquier modo es un gustazo leerte.

Un beso

10:11 a. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Yo tengo absolutamente todas las respuestas a por qué no me quiere, pero contestarlas me deja cara de imbécil, aún más acentuada de lo habitual, y una tristeza que congela el alma (normalmente de dramática no me gusto, pero no hay más).

Un beso grande señor mago. Sus últimos 3 post han sido geniales, su visión es mágica :)

2:12 p. m.  
Blogger Blanche ha dicho...

me jode que no haya tiempo, m,e jode mucho , creo que el ti8empo se saca de uno quiere4. si un dia no me dan un beso "por falta de tiempo" ME QUEMO A LO BONZO

2:15 p. m.  
Blogger Dr. Espinosa ha dicho...

Lo malo de los científicos es que nos da por buscar las respuestas de todo y en la vida, muchas son las cosas que la respuesta en vez de desvelarlas las anula, y el amor es una de ellas.
Ya lo sabe usted, el amor se hace pero no se piensa. De ahí que les recomiendo que hagan solo caso a los científicos para derrocarles, no para dejarse convencer por ellos.

3:08 p. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

Señor Mago, que su aporte a la ciencia del amor y otros demonios ha sido oportuna y genial para mis actuales "revoltijos emocionales".. ahora me pregunto yo...y si nadie lo quiere a uno?
es que uno es invisible para el amor?...
besos muchos...

8:55 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

En este tema prefiero que no me den las claves que por qué amamos o no, de por qué queremos o no, lo importante es querer y amar, sin importar el por qué, aunque siempre y todos nos hemos preguntado alguna vez ¿por qué me quiere? o ¿por qué la/le quiero? pero seguirá siendo un misterio y creo que mejor así, sin tanta ciencia. Besos

11:09 p. m.  
Blogger Montse ha dicho...

Simplemente, gracias. Por tus palabras, por las canciones, por tu blog...

8:07 a. m.  
Blogger Bito ha dicho...

Lo de la escuela de besos me ha matado, como si hubiese que aprender... digo yo, que eso con sentirlo ¿no es más que suficiente?.

Esta gente, que necesita la teoría hasta para pestañear correctamente.

En fin.

2:39 p. m.  
Blogger Patricia Angulo ha dicho...

Muy bueno el post para finalizar con el amor y otros demonios, yo tambien tengo esa misma respuesta sin contestar, porque si yo fuera él me hubiera buscado otra!
Uhh y ahi empiezo con la posible baja autoestima y eso, no mejor no sigo haciendome preguntas, me quiere y punto.

Y muy buena la música, la vuelvo a escuchar antes de irme.
Besos y amor sin explicaciones!
---------------------------
Y Bito está vivo!!!!!!
¡¡qué suerte!!!
(el globo terráqueo es mío)

10:54 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Leí en algún sitio una vez que la ignorancia es la antesala de la felicidad. Y si esto es cierto, esos científicos no deben ser muy felices.

Yo sólo sé que si el amor tuviera explicación científica (y yo me la creyera), nunca habría escrito un solo poema, ni habría pasado noches en vela recordando un beso, ni habría despertado sonriendo por la ilusión de verle, ni me habría escapado de casa a los 15 para encontrarme con él en la playa, y tampoco me gustaría el cine clásico, y nunca habría aprendido a leer miradas y caricias.

Y además, mi blog seguramente no tendría sentido. Porque puede dolerme que quizás NO me quiera, pero puedo aceptarlo. Lo que no podría soportar es que la razón de quizás no me quiera fuese, simple y científicamente, porque tengo la cadera estrecha. Por eso, también yo prefiero que siga existiendo el misterio en el amor y el desamor.

Besos.

11:55 p. m.  
Blogger Isthar ha dicho...

Con los sentimientos no suele haber forma de entender demasiado, por mucho que nos empeñemos en analizarlos. Se siente, se cree, pero las razones puede que se nos escapen... y además debería ser lo de menos ;)

1:35 p. m.  

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