El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

miércoles, abril 12, 2006

Caronte

Nosotros somos los muertos, dijo Winston
Nosotros somos los muertos, repitió Julia
Vosotros sois los muerto, dijo una voz de hierro tras ellos

George Orwell. 1984.





este texto lo encontré en las ruinas de una ciudad muerta

en un tiempo pasado o que aún no había tenido lugar
quién podría asegurarlo
a su lado reposaban los restos de un hombre que dejo de serlo
la silla en la que descansaba se tranformó en polvo nada más tocarla
como el hombre, como el papel un poco más tarde
y sólo en medio del viento
en las entrañas de un edificio putrefacto
añoré mi fría torre
y me dispuse a regresar


Justo cuando desperté comprendí que el sol jamás volvería a salir, pero no esperaba que la luz muriese con él. Lo descubrí pronto, cuando atranqué las puertas y las ventanas y comenzaron a aullar las bestias persiguiendo alaridos sin final, y se multiplicaban los brutales jadeos como pesadillas que aullentaban el sueño y el olor de la sangre que se te pegaba al cuerpo y la oscuridad, que nunca dejaba de palpitar. No podría decir cuando terminó todo aquello, en un mundo sin sol no existe el tiempo, solo el terror. Y yo sólo podía estar sentado, temblando y llorando un poco y repitiendo, otra vez no otra vez no y respondiéndome el eco, otra vez no otra vez no

En la habitación de al lado una voz cantaba nanas a un niño que nunca pudo dejar de llorar, noche y noche, una voz desconsoladamente tierna por no tener días con los que desbaratar los miedos, hasta aquella noche o esa otra o una cualquiera en la que la criatura dejo de llorar, llorando la voz que nunca más cantó nanas. A veces oigo como las yemas de sus dedos se deslizan por la pared de al lado y me levanto y le respondo, sin que ninguno de los dos pronuncie palabras, acariciándonos sin tocarnos la piel, conscientes de que jamás abriremos las puertas porque ninguno de los dos recordamos donde quedan. En los mundos sin sol hace demasiado frío...

ya no sabemos quienes somos...

ya no sabemos acariciarnos...

a veces regresan los jadeos...

lo siento

14 comentarios:

Blogger Msc ha dicho...

Dicen que siempre, cuando cerramos puertas y ventanas, por mas que pretendamos tapiarlas, siempre queda un hueco por el que algún dia de esos indeterminados, entra una pequeña porcion de brisa apenas perceptible pero que sirve de guia para llegar a ellas... Otros dicen que esa brisa viene de dentro de uno y se llama esperanza... al menos eso dicen.
A me me da que el secreto lo conoce usted Sr Mago... a mi me dijeron que consiste en creer... supongo que el truco reside en saber de donde proviene la brisa... y de trucos cada mago tiene su librillo.

10:22 a. m.  
Blogger Blackwidow ha dicho...

Es otra forma de amar...

11:34 a. m.  
Blogger cieloazzul ha dicho...

y mientras la respiración tenga el mismo compás, que mas dá que los muros hagan mitades y las madrugadas se hagan a media mañana...
un beso Señor.

5:18 p. m.  
Blogger Sopor eterno ha dicho...

Ahora mismo destruiria ese muro que los separa, pero quizas en realidad ellos no quieran hacerlo, prefieran vivir asi con su resignacion...

un beso Zif.

6:45 p. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Pues es una pena "ya no sabemos quienes somos". Pero shhhhh el sol siempre vuelve a salir, hasta que se demuestre lo contrario, el sol siempre vuelve a salir, puede no contentar pero a veces calienta.

Zifnab un beso, si señor.

10:53 p. m.  
Blogger Bito ha dicho...

Emocionalmente aterrador. También yo lo siento señor Zifnab...

Y si algún día necesitara de unas manos para tirar el muro que los separa, ya sabe donde encontrarme.

1:09 p. m.  
Blogger Patricia Angulo ha dicho...

Excelente relato que casi llegando al final comenzó a erizar mi piel y comencé a sentir frío, justo cuando decís "en los mundos sin sol hace demasiado frío"...

¡Aplausos!

Y besos-

5:27 p. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

Espero que vuelva la luz, que puedas reconocer el entorno y sepas quién eres.

12:17 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Para poner un comentario en el centro del lago de la luna hay que tener mucha puntería. Así que yo desisto. Sólo felicitarte. A ti, y a todos/as los/las que me preceden. De verdad

10:06 p. m.  
Blogger Montse ha dicho...

Hola amigo, ya te dije que no sé muy bien qué tengo que decirte. Siempre, cuando acabo de leerte, me quedo con ganas de leerte más. Un beso azul desde mi mar azul.

11:23 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Lo mejor es dejar que entre la luz para que se vayan las tinieblas y los temores. Y quizá hasta se derriben los muros y se pueda amar abiertamente. Besos

8:03 p. m.  
Blogger Cristina Castro Moral ha dicho...

ya no sabemos quienes somos... y todo es tan extraño... pero hay veces que no importa... no? Es extraño, pero nos gusta...

7:34 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

El terror se esconde en nuestras cabezas y en lugar de temblar el cerebro, se pone frenético y envía miles de señales que a su vez crean otras miles y otras... y así nos tiemblan las piernas, las manos, nos falta el aire, visión borrosa... Después, podrá quedar nada y sobra todo, todo.

10:53 p. m.  
Blogger Lince ha dicho...

A veces oigo como las yemas de sus dedos se deslizan por la pared de al lado y me levanto y le respondo, sin que ninguno de los dos pronuncie palabras, acariciándonos sin tocarnos la piel, conscientes de que jamás abriremos las puertas porque ninguno de los dos recordamos donde quedan.

...y quizás es que ya no sabemos que decirnos,
y quizás tampoco nos importe demasiado,
quizás nos sigue conmoviendo sentir los dedos detrás de un tabique
porque cuan cualquier minucia del amor,
amor,
nos conformamos.

no lo sienta,
sea feliz

1:20 a. m.  

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