Que nunca duerman, dijo una mujer
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Se enciende una luz. Y poco ilumina. Se ve a si mismo sentado en una silla. Más allá de la claridad no distingue nada, solo una densa oscuridad que nada muestra. La luz no viene de ningún lado, quizás porque sea el mismo quién la desprenda o quizás por otra cosa. No debería de estar allí. La inmensa luz, el sonido atronador las entrañas asfixiadas y de repente esto. Se acordaba de LO QUE HABÍA PASADO ANTES, pero esto no era lo pactado. Tenía que ser un error. Tenía que serlo
Esto no es lo que te prometieron, ¿verdad?, dice una voz. Una sombra se hace cuerpo. Un bloque de oscuridad da un paso hacia delante. Delante de él hay un hombre vestido con batín de seda, zapatillas de piel descalza, un bigotillo ridículo, el cabello estrangulando, la piel cuarteada. Y la voz. Y el color de los ojos. Una no voz, un color para el que no existen palabras
Probablemente yo debería ser una virginal doncella y no llevar tanta ropa. Hace un gesto con la mano que abarca todo. Quizás deberías contemplar unos jardines infinitos y unas fuentes de agua fresca. Le mira y ya le ha condenado. Y una mesa llena de manjares. Y un harén que aguarda como postre. La intuición del error que ha cometido le da nauseas Pero no funciona así. La única verdad es el color negro. Lo único cierto es este lugar. Vete haciendo a la idea.. Vomita sobre si mismo.
El Hombre Sentado mira fijamente al Hombre de Seda… y se topa con el abismo. No debería de estar ahí, no fue eso lo que le prometieron…
Porque te engañaron. Y te dejaste engañar. No te mientas. Sabías que era atroz, pero lo hiciste y vas a pagar, porque para eso existimos, para que no quedeis impune, para que la muerte nunca sea suficiente. Es un sentido de la justicia un tanto retorcido lo se, pero que quieres que te diga, no fui yo al que se le ocurrió. No te hagas mala sangre. Ellos tampoco lo saben. O si, pero son unos miserables, unos enfermos, unos monstruos… como tú. Unos mierdas. Quién sabe y que mas da. Nos no entramos en los motivos. Nos solo entendemos de hechos….
Pero era la única manera…
El hombre le mira con compasión. En los ojos se arremolinan venganzas y caricias, y mil historias ya escuchadas. La voz suena a las dos cosas.
pero había motivos…
Chssst. El hombre de seda le detiene las explicaciones que nada explican. Chasquea la lengua tres veces. Nos creemos que no los hay por una sola razón. Porque ningún motivo lo permite y menos uno tan insignificante como en el que tu creías. Dios no merece ni una misa. Dios no pide ni una muerte…. Si no. Hijo mío, no estarías aquí.
La niña, aquella niña. El traqueteo que invitaba a dormirse.La mujer su madre. Las dos regañaban. La niña lloró. La madre la miro triste y le dijo “Venga va” y le dio una abrazo. No mires a nadie le dijeron los mismos que le prometieron otro lugar. Pero el miró. Todos miraban
Y no hiciste nada. Con cada parpadeo se puede cambiar lo inevitable. Tu no quisiste. Y no digas que lo sientes. Eso da igual... Le dice más cosas que el Hombre Sentado no puede entender pues ha descubierto la locura en el Hombre de Seda y ha intuido su propio reflejo. Y ha visto:
- Una mueca monstruosa.
- Un hombre sin alma.
Y el ruido. Y los llantos que después vinieron. Y las miradas que nunca jamás se encontraron. Delante de él estaba aquel hombre que sólo era recuerdos . Enn el putrefacto perfume del Hombre de Seda el Hombre Sentado podía mirar y a escuchar y a sentir, sudando, LO QUE HABÍA PASADO ANTES. ¿Tanto fue?. Si. Sí que debía haberlo sido. La niña. La puta niña.. Comenzó a tener sueño. Quería descansar y huir y olvidar
No podrás. Hiciste mucho más de lo que sabes. Mataste la alegría. Devoraste el mundo. Y todo por que?. Todo por esto… Le miro con un desprecio infinito y le acarició las mejillas con toda la ternura conocida. Lo siento pero ya ha comenzado tu castigo. Nunca jamás volverás a dormir y aún así tendrás sueño, cada día más sin que acaben los días... Le compadece sin compadecerlo. Merece todas las torturas y solo es un pobre monstruo. Siempre igual siempre dudando.
Pero cada vez que cierres los ojos verás lo que hiciste y escucharas sus gritos La boca se te llenará de sangre y apenas podrás respirar. Sudarás hielos y tendrás un miedo con mayúsculas y sin piedad y sentirás el sonido de las uñas rotas que piden ayuda a los hierros desencajados. El hedor de las vísceras humanas. El silencio que te condenará para siempre.
Después volverás a abrirlos. A estar aquí sentado por siempre jamás. A sentir un cansancio infinito. Y buscarás el sueño y te encontrarás las pesadillas que tu mismo engendraste…. Lo siento… le dijo en un susurro, a Nos no nos preguntaron si queríamos ser reyes del Infierno
El Hombre de Seda da la espalda al Hombre Sentado que vencido por el sueño cierra los ojos. La niña esta ahora mutilada, bañada en sangre, reventada por la metralla y le mira y ni siquiera le odia. Su madre ha muerto. Y el….
Detrás del batín de seda queda un atroz chillido. Dos lágrimas suavizan la piel del Demonio. El hombre de seda suspira cuando cierra la invisible puerta del noveno círculo. Una vez más, maldice a Dios.
8 comentarios:
acabo de descubrir tu blog y lo que me ha hecho quedarme a dar una vuelta y no cerrar la ventana ha sido Zifnab! en mi opinión, el mejor personaje de El Ciclo (e incluso de las Crónicas). Creo que me quedaré a leerte y quizás hasta te enlace desde mi blog! ;) Besos!!
Mañana te leo, que hoy hace un sueñooooooooo... zzzzzzzzzznsnocheszzzzzzzzzzzzzz...besosazuleszzzzzzzzzzzzzzzzz...mar...
ahivadios, no sé qué salió, pero quería decir besos desde mi mar, buf buf buf(te juro que no me fumé nada raro) :)
Un castigo asi se merecen ciertos individuos que se han creido dueños y reyes de un infierno creado por ellos mismos.
Y padecido por todos...
Muy bueno lo tuyo!
Besos-
Perdon el anónimo he sido yo , Pato, no sé que ha pasado...A ver?
Me recuerda a una especie de purgatorio donde espera a ver que hacen con su sucia alma, mientras las animas le proyectan sus cien mil pecados y por supuesto que pagara por ellos...
Impresionante Zif, lo he podido ver como en una pelicula..
Y nunca pudo dormir, y aunque la muerte no fuera suficiente, si que era el fin, y la buscó.
En mi lectura te digo que se lo merecen, el fin no justifica los medios. Este se suicidó ayer, dicen, pero todos merecerian no dormir
leí dos veces, he tenido que releer, por que la primera me causó confusión, ahora nuevamente he sentido una gran tristeza por todos aquellos inocentes victimas que convierten en espectros a los humanos que nunca duermen y siempre están muertos...
Hermosa composición de frases Señor Mago de las letras... como siempre!
muchos besos...
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