El centro del lago de la luna

Una pequeña Republica del desconcierto y la desazón.

miércoles, noviembre 16, 2005

Pfffffffffffffff

Estaba yo poniendo la mesa y por pura lógica me asaltó la siguiente pregunta, ¿son deseo e ilusión la misma cosa?. Por pura lógica mía, que en ninguna cabeza cabe que eso te pueda obsesionar entre pucheros, salvo si eres Santa Teresa. Dad gracias a Dios que no me ha dado por tratar de ocupar puestos de responsabilidad logística, porque si yo me ocupara de un reactor nuclear, Chernobil se iba a quedar chico.

El diccionario dice:

deseo.
(Del lat. desidĭum).
1. m. Movimiento afectivo hacia algo que se apetece.
2. m. Acción y efecto de desear.
3. m. Objeto de deseo.
4. m. Impulso, excitación venérea.


y también dice:


ilusión.
(Del lat. illusĭo, -ōnis).
1. f. Concepto, imagen o representación sin verdadera realidad, sugeridos por la imaginación o causados por engaño de los sentidos.
2. f. Esperanza cuyo cumplimiento parece especialmente atractivo.
3. f. Viva complacencia en una persona, una cosa, una tarea, etc.
4. f. Ret. Ironía viva y picante.


Y es que algo me barruntaba yo, que no eran cosas iguales, que no se parecían. Las definiciones hablan del deseo como corporeo, de la ilusión como algo intangible más relacionado con las inexistencias.

Y es que a mí desde un tiempo a esta parte, las ilusiones me causan un algo de tirria y un poco de ardor. De la ilusión a la desilusión solo media una sílaba y de estar ilusionado a ser un iluso, apenas hay dos. Ni el diccionario ni el corrector del Word saben, en cambio que es el desdeseo, aunque no sea difícil entender su significado si no eres virtual. Ilusionarse es construir castillos de arena en parajes en los que normalmente acaba lloviendo y donde tu terminas tan derretido como los muros de barro. Tu, quisiste ser castillo y ya solo dejas pequeñas motas. Deleznos. Nada.

Una ilusión siempre es probable, poco o mucho, porque cuando es real o cuando no lo es, es certeza, para bien o para mal y entonces estamos hablando de otra cosa. La ilusión es par o impar, es medio o extremo, roja o negra, pasa o falta, pero sobre todas las cosas tu eres ilusión hasta que la bola decide si eres rico o si lo sigue siendo la banca, es decir, la ilusión es efímera y por ello condenadamente absurda, mas o menos como nosotros. En el mejor de los casos nace para ser destruida (según se haga cierta o mentira) y en el peor acaba por destruirte. No es que quiera decir con ello que todo aquello que tenga fecha de caducidad no tenga sentido, sino que los estados intermedios siempre tienen un punto de ridiculez (no hay más que verse de adolescente para darse cuenta) y yo quiero ver de una santa y puñetera vez que hay mas allá de las esperanzas.

Sería de puta madre que fuese cual fuese nuestro destino, o nos conformásemos con ello, o de no hacerlo, siempre tuviésemos fuerzas suficientes como para ilusionarnos de nuevo y montarnos en otro tren. Pero no pasa. Será alucinante que afrontásemos con entereza cada vez que una ilusión no toma cuerpo. Pero siempre pesa. Sería fabuloso, que, viendo lo visto, lo pernicioso que pude ser vivir de ilusiones (y os lo dice un ilusionista) las desechásemos de una maldita vez, pero entonces dejaríamos de existir. El deseo, sobretodo el de nuetros órganos genitales, nunca es tan complicado. A veces condiciona la vida, a veces abrasa pero siempre es más realista. Se puede apagar con una mano, se puede calmar con dinero, solapar en alcohol o en último término, acudir a un psiquiatra. Frente a las ilusiones quedamos más indefensos.

La putada es que no te guste y no puedas con lo de ser pragmático. El problema como siempre es haber nacido, y darte cuenta.

Y esto, como todo, tambiés es motivo para reirse un poco. Vuelvo a lo mío. Sigo poniendo la mesa.

Sed felices

13 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Imagino que en el tiempo que has tardado en poner la mesa, o la comida se ha pegado o se ha enfriado.
La ilusión es efímera y queramos o no, cuando una muere siempre nace otra, no será igual pero es otra y nos mantiene mirando hacia delante (aunque a veces entre una y otra ilusión medie un tiempo o estemos jodidos, pero todo pasa)
Saludos.

9:07 p. m.  
Blogger Msc ha dicho...

Las ilusiones se encadenan mientras se esfuman y nos llevan al abismo, lo mismo que hacen los deseos.
Aunque sus objetos referentes son diferentes... pueden acabar de la misma forma

9:12 p. m.  
Blogger Ligeia ha dicho...

El hecho relevante que por desear algo te llamen acosador y por ilusionarte con algo (ya se sabe) iluso...

No (nos) piques antes de cenar... que luego no acabas la cena.

10:16 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Y es que cuando uno se pone a poner la mesa, pasan unas cosas...

Dicen que "de ilusion también se vive", pero claro si no se cumple ninguna pues también te cabreas y en estado permanente de cabreo tampoco se puede vivir. Pero tampoco se puede vivir sin ilusiones ¿no? Parece un círuclo vicioso. El deseo ¿es más tangible?, según el diccionario sí y, el físico, pues también, pero ¿todos los deseos? no lo tengo yo tan claro. En fin... que espero que pudieras cenar, que no se quemara o estuviera fría. Besos.

10:57 a. m.  
Blogger Zifnab ha dicho...

Innombrable: La cena estaba buena y dría, gracias de todas formas. El problema creo que está en que las ilusiones no solamente han de cumplirse sino que deben realizarse a la altura de las expectativas creadas. Y eso siempre es dificil, por lo que tenerlas puede conducirte a frecuentes estados de tristeza. y Sin embargo es cierto, nos levantan de la cama (y los deseos nos acuestan)

Miss. Ciero. El abismo está ahí y no suele aceptar que hagas puenting o fotos, pero intuyo y es una intuición, que el deseo es distinto, es más físico y como tal, si la realidad no te lo enmienda te lo puede curar un Prozac. Abismo es una metáfora en la que pensé.

Ligeia. Siempre pico antes de cenar y entre las comidas. Soy la pesadilla de los dietistas.

María: Insisto en que es una intuición atendiendo al uso que yo le doy al lenguaje. Querer a alguien es una cosa y desear a alguien es otra aunque a veces vayan unidas. De pequeño quieres ser algo de mayor, no lo deseas, aunque si lo desees, pero lo digas de otra forma. Deseo suele ir acompañado de concedido. Ilusión no. Hay millones de excepciones pero la cena corría serio peligro y no di para más :-D

11:20 a. m.  
Blogger Bito ha dicho...

Ayer leí un artículo (váyaselo usted a creer) que decía que el 99% de las personas dejan cualquier tarea o propósito, o sueño, que no les salga bien a la segunda intentona. Que perdemos la ilusión rápido porque a veces no recordamos que, hasta lo más básico, por ejemplo una relación, requiere muchos fallos, muchas experiencias y muchas nuevas intentonas.

En cuanto a las jugadas del lenguaje a veces es importante estar atento a él, fíjese usted en amar y amar-gura, interesante ¿verdad?, pues cuando estudié latín en la carrera flipé con cosas de esas...

Por cierto, la canción aparece en la banda sonora de la película Vengo, pero aún así te doy los datos para que el Santo emule haga su trabajo: NACÍ EN ÁLAMO de Remedios Silva.

Y otra cosa, con respecto lo que me dijiste el otro día, sobre lo de Alex, no solo no me importó, sino todo lo contrario, atrevimientos así me demustran honestidad e interés, y tan solo puedo darte las gracias. Muchas gracias.

12:51 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Pues a mí hay ilusiones que me encienden el deseo (y sí, hablo del más carnal de los deseos).

Y de hecho, creo que hay muchos deseos que mueren o se ahogan por la falta de ilusión.

Pero no me hagas mucho caso. Siempre fui una ilusa.

Buen provecho.

1:03 p. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa


Hombre, teniendo en cuenta que las dos cosas suelen ser inalcanzables... los deseos son más superflúos no? más banales... y la ilusión es más pura o bella... o no... qué más da en realidad...

me pasa un buen día. un besito.

b

3:25 p. m.  
Blogger Larha ha dicho...

Por cierto... ¿y qué deseas? y ¿de qué tienes ilusión? :-)

10:46 p. m.  
Blogger Zifnab ha dicho...

Bito: Muchas gracias por la canció, felicidades por el giro que quieres darle a tu blog y si, el lenguaje guea tanto cno nosotros, que solo inventando el nuestro podemos ser verdaderamente libres. Aunque eso nos deje muy solos.

Polilla: Si. Son compatibles. Pero uno muerde más que el otro. Dejo a tu parecer cual. Yo deseo ser un iluso y lo soy y me arrepiento. Y un día me gustaría entenderme, a ver que pasa

B. Pues si, el deseo es más chusco, pero menos jodido. Me quedo con lo de que más da en realidad. Es el resumen exacto

Sinmás: Es una buena pregunta. Muy buena :-D. Para las respuestas siempre hay tiempo y cafe e incluso (no se ruborice) cervezas. Espero :-D

1:55 a. m.  
Blogger Lula Towanda ha dicho...

Yo también reflexiono cuando friego con el scott-brite la placa de la cocina, son momentos de gran concentración. Me ha gustado mucho de tu reflexión, y te diría que sin ilusión la vida no tiene sentido aunque sea un estado intermedio, es un algo y sin ello no hay alicientes.
Cuando encuentro a personas sin ilusión con la sangre de horchata las suelo llamar "trozo de carne". No sufren pero son muertos vivientes

1:28 p. m.  
Blogger illa ha dicho...

Lo que decía yo..habrá que reirse :)
Yo sigo apostando por las ilusiones, aunque también me encanta aplacar todo deseo.

11:56 a. m.  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Buena reflexión, sí señor. Las palabras son como baúles y al abrirlas se encuentran sorpresas...

4:12 p. m.  

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