Gris
Te ha salido un lunar, me dijo mi madre. Y es gris dijo después. Le hizo gracia. Los demás también rieron. Es posible que incluso yo riese. No me acuerdo. Ya no se ríen o yo no les oigo.
Creció el lunar. Dijo la médico. No es nada. Es gris le dije. Si. Pero no es nada. La médico estaba asustada. Si ya se que algo es, pero no clínico, nunca lo ví antes. Y nerviosa. Sus análisis son normales, no es cancerígeno ... no es nada. Tragó saliba. Sudaba ...eso no debería de estar ahí. Calló un instante, ya no me miraba el lunar que el tiempo había convertido en mancha y que pronto sería marea. Será mejor que se marche yo no puedo ayudarle. Y cerró la puera. Plom. Sonó fuerte.
Por alguna razón nadie podía soportar mirarme. A fuerza de ser sinceros ni siquiera yo cuando me tentaba el espejo. Y nadie podía dejar de intentarlo. De fijar su atención sobre aquel lunar que me había decolorado la cara y que ya transitaba por el cuello. Lo intentaba y apartaban la vista de inmediato y sentían nauseas y se doblaban sobre si mismos para vomitar. Mi novia no pudo más y vete fué lo último que la escuche, mi madre no resistió y me pidió que me marchara. Ya no se si tuve amigos y ni siquiera me di cuenta de la soledad. El gris me recordaba a algo cada vez que lo encontraba en un reflejo. No lo supe. Ahora sí.
Fue el día que nadie rehuyó mi existencia. El mismo día en que no me sirvieron el cafe cuando lo pedí. El día en que el ordenador no se encendió. El día exacto en que el portero no me miró con su honesto desprecio cuando regresé. Abrí la puerta. Me desnudé y acudí al espejo de cuerpo entero y juicio implacable. Todo gris. Entero yo. Las manos, el cabello, las uñas, la tripa, las ojeras. Todo. No blanco y menos negro. Gris puro y terrible. Y fue entonces, no más tarde, tampoco antes, cuando me acordé del recuerdo que me explicaba donde habíamos visto antes ese nocolor que ahora yo era. En el hormigón armado de las moles que quisieron ser casas y acabaron siendo prisiones. En el asfalto de las carreteras que ni tienen fin ni te llevan a ningún sitio. En los cielos de las ciudades industriales y de las que fueron bombardeadas. También en los ojos de ella, un día y en mis ojos, todoos... Me vestí con aquellas ropas contagiadas de cuerpo. Nadie me vería porque nadie quería verme. Demasiado gris procesarían sus mentes. No nos sirve.
Desde entonces entro gratis a los cines y no pago en el metro, pero no tengo ningún sitio al que ir y no existo, lo cual se crea o no, acaba siendo un problema. A veces me pregunto si es que la muerte es de eas manera, pero el gris nunca da respuestas. Nadie me ve ni siquiera los parapsicólogos. No se si soy feliz o me vence la angustia. Soy gris.
16 comentarios:
He de decirle que me recordó inevitablemente a un capítulo de los osos amorosos... Lo tengo grabado de cuando era pequeña, y ciertamente le ocurría lo mismo. Todos algún día que otro somos grises. Y no es una enfermedad clínica...
leerte me ha dado una sensación de haber tenido esa misma enfermedad por algún tiempo largo... de repente, supongo, el baño de luna de unos ojos clandestinos, me volvió azul:s
un beso..
Feliz inicio de año 2006!!! lo mejor para ti y los tuyos...:)
El color gris es neutral, ni blanco, ni negro, ni bueno, ni malo, simplemente gris..como nuestra alma..
FELIZ AÑO
Déjame que estudie tus grises... yo te veo, no pasas inadvertido.
El gris, compuesto del blanco y del negro, de la ausencia de color y de todos los colores...
Veamos.
Lo mire por donde lo mire veo todos los colores, no con su intensidad inicial pero todos están ahí.
mmm...
¿qué porcentaje de blanco llevas?
vaya tela, fantástico relato, no olvide pellizcarse de vez en cuando, que usted es real y reales son sus emociones... pos sabe que?? que a mi me ha salido una herida en la punta de la nariz muy desagradable, que todo el mundo mira e incluso intenta tocar... que me duele y no sé en qué momento rompió la tez... al menos no es gris.
Pase un buen día.
Lou
Todos tenemos nuestras épocas grises. Disfruta también de la no existencia, porque aunque no te vean... tú si puedes verlos, eres diferente... aunque un poco gris.
Besos
Muy bueno señor mago, como siempre. De todos modos el mundo está lleno de grises... por fuera y por dentro... la urbe contagia y los hay que no muestran sintomas. Una pandemia a nivel global que dirian los medios
Es feote el gris verdad?...ni blanco ni negro...ambos se juntan y nace el gris...quizás es que en esa mezcla se deja todo lo malo de cada uno (del blanco y del negro) y forman el GRIS...
Me dió un poquillo de penilla la historia pero está bien linda...
besitos
Querido Zifnab,
tengo una solución rápida y sin riesgos (al menos conocidos), hágase vedette del molino, por ejemplo, así será una atracción que no de feria.
Siendo sincera, habló por mí la más terrible de las envidias por su texto, me encantó (siento lo de su novia), ya sabe que me fascinan (por su magia) algunas de sus frases, y con respecto a lo de su color gris siento (también) que no tenga remedio (me volvió a brotar la envidia) pero (entre usted y yo) yo no le veo gris.
Un beso.
La nada es gris, no lo sabía.
Reconoce lo que te ahorras en transporte y ocio :-)
Espero que no fume puros... porque de lo contrario se asemejará demasiado a los hombres de Momo...
Es un chollo no pagar el cine (porque con los precios que tienen ahora...) ^-^
Espero que vuelva el color y se vaya el gris porque está triste y se convierte en nada. Seguro que con tu magia lo arreglas. Besos
Pues que original, eso si, no parece muy feliz en esa vida gris...
Saludos
Supongo que un alguien tan gris podría dolernos en las conciencias, mejor fingir que no existe, mejor darnos la vuelta y, como los niños, creer que sino le sentimos no está.
Quizás hasta la muerte pase de largo por su puerta.
Lo peor que tiene el gris es que es muy fácil vivir en él. Te acabas acostumbrando a esa manera tan suya de hacer que pase todo, que pase la vida, sin esfuerzos ni sobresaltos.
Y es verdad, el gris te traga lentamente, en silencio, sin dejar huellas...
grande :)
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